No hay verano sin festival, ni invierno sin mercadillo medieval. Bien podría parecer una frase hecha, pero la realidad es que los mercadillos medievales, pese a su descarada falta de rigor histórico, son desde hace años una costumbre muy arraigada en determinadas zonas de España para estimular turísticamente a la población.

Algo que sucede el próximo fin de semana entre los días 9 y 11 de febrero en uno de los pueblos más bonitos de la Comunidad de Madrid: Chinchón.

De esta manera, se celebra la XIX edición del mercado medieval El Señorío de Chinchón, que conmemora la llegada de los Reyes Católicos al municipio, hace más de cinco siglos cuando acudieron a visitar a sus amigos, los marqueses de Moya (Andrés de Cabrera y Beatriz de Bobadilla), a la sazón, señores de Chinchón.

En este caso, con la plaza mayor de Chinchón, como protagonista, en mercado medieval, no solo será una concatenación de pequeños puestos de comida y bebida, sino que también habrá una gran ambientación temática para sumergir al pueblo en pleno medievo.

En este sentido, habrá un torneo medieval a caballo, así como presentes personajes de las clásicas, fantasías medievales (como magos, hechiceros, caballeros…), así como danzas y música en vivo, así como exposiciones, incluso un auténtico campamento medieval, para todos los públicos y que se convierte en el plan perfecto para este fin de semana de todos los que estén en Madrid.

Además de plan del mercado medieval, puedes redondear tu visita a Chinchón con una comida en alguno de los restaurantes de la plaza Mayor, repleta de soportales, acercarte al castillo de Chinchón (aunque no es visible y su estado conservación no es el más adecuado, pero exteriormente es precioso) y la curiosidad más extravagante de la ciudad que nos lleva a tener una iglesia que no tiene torre y una torre que no tiene iglesia.

Situado a unos 60 kilómetros del centro de Madrid, a Chinchón se llega con facilidad a través de la autovía A3, pero también se puede llegar perfectamente con autobuses interurbanos a través de la línea 337, que supone más o menos un paseo de alrededor de una hora en autobús.

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