El universo de las tartas de queso es inabarcable y la moda, ya bien asentada, nos lleva a vez tartas de todos los tipos imaginables. Las opciones son casi eternas, diríamos que una tarta de queso por cada casa o por tipo de queso, pero con esta alternativa os vais a coronar.
Dar nueva vida a la clásica tarrina de queso Philadelphia (cualquier queso crema untable que tengáis valdrá) al ritmo de postre es más fácil que nunca y el resultado, si os atrevéis con esta receta facilísima, inmejorable.
Además, la ventaja de esta tarta es que la podemos cuajar más o menos a nuestro antojo —aunque necesita reposo, evidentemente—, por lo que se puede decidir casi si comer esta tarta de queso con cuchara o con pajita.
Lo que sí está claro es que es una opción ideal para resolver cualquier postre cotidiano sin necesidad de manchar mucho o de gastar mucho dinero y, sobre todo, de quedar de maravilla cuando la presentéis en la mesa. Si la hacemos con queso crema casero, el resultado gana enteros, pero con el Philadelphia del supermercado ya está que te mueres.
Con esta receta nos van a salir unas ocho o diez raciones, dependiendo de lo glotones que seamos en casa, así que necesitaremos un molde desmontable de 26 centímetros y también un horno con ventilador. Además, para acelerar el proceso, podemos recurrir al robot de cocina.
En él vamos a triturar las galletas con la mantequilla durante un par de minutos para que quede homogéneo y cuando esté esta masa lista, la ponemos en la base del molde apretando bien y llevando al congelador entre veinte minutos y media hora.
Mientras tanto, precalentamos el horno a 170 ºC y vamos triturando el resto de ingredientes en el robot de cocina hasta que quede bien homogéneo. Sacamos el molde frío del congelador, rellenamos con el resto de la mezcla, y lo horneamos 33 minutos a 170 ºC con el ventilador puesto.
Cuando haya pasado ese tiempo, dejamos reposar a temperatura ambiente para que la tarta se asiente y cuaje, y así no se desmoronará por completo al cortarla. Si queréis que os quede menos cuajada solo tenéis que recortar algún minuto a la cocción y, si la queréis más estable, aumentarla ligeramente o dejar más reposo.
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Con qué acompañar la tarta de queso Philadelphia
Siempre es muy habitual que a este tipo de tartas de queso se las escolte con una mermelada, habitualmente de frutos rojos, pero también podemos hacer un coulis o añadir cualquier otra confitura golosa que le vaya bien. En cualquier caso, recomendamos agregarla aparte y no servirla sobre la tarta.
Perfecta para merendar o para darse un capricho de desayuno, este tipo de tartas son bastante potentes como para ser el postre de una comida potente y quizá quede eclipsada, así que mejor darle el protagonismo que merece junto a un buen té o café.
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