Las fresas son siempre un as de oros en lo que a pastelería se refiere. Sabrosas, con mucho colorido y versátiles donde las haya, así que a pesar de que no las tenemos disponibles todo el año, no dejéis de probar esta tarta de mousse de fresa con ganache de chocolate mientras que las veáis en las fruterías. Una locura para todos los sentidos.
Esta es una tarta fresquita que literalmente se come sola, perfecta para los amantes de los postres poco dulzones, pues está muy equilibrada en azúcares y también para los chocolate lovers, pues esa capa de ganache de chocolate le da el broche de oro a la mousse de fruta.
Y si no tenéis fresas, pero sí muchas ganas de hacerla, podéis cambiar las fresas por frambuesas que también sale deliciosa. Vamos allá con esta tarta sin horno, sin huevo y con poquito azúcar. ¿Os animáis con ella?
Comenzaremos preparando la base. Para ello, trituramos las cookies con pepitas de chocolate y les añadimos la mantequilla derretida. Mezclamos y extendemos esta masa en el fondo de un aro (entonces necesitaremos forrarlo con cinta de acetato para ayudarnos al desmoldeado) o bien un molde desmontable de 16 centímetros de diámetro. Dejamos enfriar en la nevera.
Para hacer la mousse, picamos las fresas en trozos y les añadimos el 35 gramos del azúcar, un pellizco de sal y el zumo de limón. Coceos durante cinco minutos a fuego fuerte, removiendo. Trituramos este puré de fresas y lo reservamos. Ponemos la gelatina a remojar con los 30 gramos de agua hasta que se hidrate.
En un bol disponemos el queso crema a temperatura ambiente y 30 gramos de azúcar, batimos con varillas y le añadimos el yogur griego. Seguimos batiendo hasta integrar los ingredientes. Añadimos el puré de fresas, y mezclamos.
Semimontamos la nata con 20 gramos de azúcar. No tiene que quedar montada en exceso, la dejaremos a la mitad de montado de cuando queremos conseguir una nata para decorar con manga. Añadimos esta nata semimontada a la mezcla anterior y unimos suavemente.
Derretimos 10 segundos en el microondas la gelatina y el agua que quede en el bol. Y la añadimos a la mezcla de la mousse con cuidado. Vertemos la mousse encima de la base de cookies. Dejamos gelificar 5 horas como mínimo en la nevera. Desmoldamos con cuidado cuando haya pasado el tiempo.
Para hacer la ganache, derretimos al baño maría o microondas el chocolate y le añadimos la nata caliente, removemos con una espátula de silicona hasta emulsionar. Vertemos la ganache templada en el centro del pastel y girando el plato vamos extendiendo la ganache con una espátula hasta que rebose por los laterales de la tarta. Decoramos con unas fresas cortadas a la mitad encima de la ganache.
Con qué acompañar la tarta mousse de fresa y ganache de chocolate
La tarta de mousse de fresa y ganache de chocolate podríamos deciros que queda muy bien con un vaso de leche, un café solo, etcétera, etcétera, pero seamos sinceros, esta tarta sería perfecta para darnos un homenaje y compartirla disfrutándola con una buena copa de champán o cava. ¿No estáis de acuerdo con nosotros?
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