Si buscas un plato de cuchara diferente para enriquecer tu recetario de sopas reconfortantes, esta propuesta de inspiración italiana lleva tu nombre. Cremosa, suculenta, sabrosísima y creando un festival de aromas y texturas en la boca, la primera cucharada nos recuerda por qué los chowder son tan populares en la cultura anglosajona. Es un plato perfecto para los días más fríos, pero también muy apetecible cuando se acerque la primavera.
Hemos mencionado a las chowder porque suelen ser sopas más espesas enriquecidas con harina, patata o alguna otra fécula que aportan más consistencia al líquido elemento, convirtiéndolas en comidas más saciantes y gustosas. Precisamente la autora de la que hemos adaptado la receta, Tara Teaspoon, cuenta en Delicious Gatherings que es su versión de una típica sopa de patata de tipo irlandés pero sustituyendo el tubérculo por los italianos ñoquis. Una grandísima idea, en nuestra opinión.
En nuestro caso además hemos cambiado el beicon por dados de jamón, que puede ser serrano o ibérico, y hemos cambiado el queso cheddar por un semicurado de cabra. Sobra señalar que cada uno puede introducir las modificaciones que le apetezcan usando otra chacina, dándole un punto más picante, añadiendo otras verduras o usando quesos diferentes.
Antes de comenzar a cocinar, dejar preparados todos los ingredientes como se indica en el listado; una vez listos la elaboración será coser y cantar.
Calentar un poco de aceite a temperatura media en una olla o cazuela amplia y dorar el jamón salteándolo para que deje un poco de sustancia en el fondo y quede algo crujiente. Retirar a un plato y reservar, sobre papel de cocina si preferimos quitar algo de grasa. Si usamos beicon o un jamón más graso, no añadir aceite a la cazuela.
Subir un poco el fuego y añadir todas las verduras troceadas con un poco más de aceite, salteando el conjunto hasta que se empiecen a reblandecer, unos 5-8 minutos. Añadir el chile en copos o una cayena desmenuzada, el tomillo (o romero, o ambos) y la harina espolvoreada por toda la superficie, removiendo rápidamente.
Una vez cocida la harina, cubrir con el caldo, bajar el fuego y dejar cocer removiendo de vez en cuando, unos 20-22 minutos. Comprobar que la verdura está tierna y añadir la leche, los ñoquis y el queso de cabra o cheddar. Si queremos añadir unas hojas de espinaca baby o col, es el momento.
Remover y cocer el conjunto sin hervir hasta que se funda el queso, incorporar casi todo el jamón y corregir de sal, si hiciera falta. Servir con las hojas de apio picadas o perejil, un poco de pimienta recién molida, el resto del jamón y queso parmesano recién rallado.
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Con qué acompañar la sopa de ñoquis
Conviene servir inmediatamente la sopa de ñoquis, caliente, o estos podrían sobrecocerse y el caldo espesará al enfriarse, aunque si hay sobras se puede recalentar al fuego suavemente añadiendo algo más de caldo o agua si hiciera falta. Es un plato de cuchara sustancioso que podemos acompañar simplemente aprovechando las verduras con una ensalada una de apio y perejil, y unas crujientes regañás caseras para servir.
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