Esta tarta rústica de calabacín, conocida también como Scarpaccia se prepara en la provincia de Luca, en la Toscana, Italia y lleva solo calabacín, cebolla, harina y aceite de oliva. Popular en el verano, va muy bien para un almuerzo ligero junto a una copa de vino. El calabacín es la estrella de la tarta, lo que la convierte en la receta perfecta para disfrutar durante todo el año.
El procedimiento es bastante simple y requiere poco esfuerzo, el calabacín en rodajas junto a la cebolla, se dora en la sartén y luego se recubre con una simple masa de harina de garbanzos (o de maíz) y hierbas. De manera opcional, se puede recubrir con queso rallado para un efecto gratinado en la superficie.
Encender el horno a 200 ºC.
Cortar en rodajas el calabacín y la cebolla blanca. Para ello nos podemos ayudar con un cortador de verduras, o bien hacerlo directamente con un buen cuchillo. En una sartén con unas gotas de aceite de oliva virgen extra, cocer ambas verduras por 5 a 8 minutos hasta dorar.
En un cuenco, volcar la harina integral, la harina de garbanzos o de maíz, la sal, la pimienta y las dos cucharadas de aceite de oliva. Agregar el agua. Con un tenedor o batidor de varillas, revolver los ingredientes e integrar hasta no tener grumos.
Añadir las verduras cocidas y mezclar todo bien. Verter la mezcla en una bandeja, fuente de horno forrada con papel de horno o molde de vidrio apto para cocinar, untada con aceite de oliva los lados. Aplastar la masa ligeramente con las manos para repartirla y compactarla: tiene que quedar una capa de unos a dos centímetros aproximadamente.
Espolvorear pan rallado y aceite de oliva por encima, y queso rallado de manera opcional, y hornear durante 30 minutos, hasta que la parte superior esté bien dorada.
Una vez cocida, dejar que la scarpaccia se temple antes de servir templada o a temperatura ambiente.
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Con qué acompañar la scarpaccia
Una buena ensalada de hojas verdes es un buen acompañamiento para la scarpaccia. También podemos servirla con aguacate, tomates cherry asados, escalivada, junto a un cuenco de hummus verde y focaccia. Dependerá del gusto y del antojo del día. En todos los casos, quedará delicioso.
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