Resulta asombroso que con tan solo tres ingredientes se pueda conseguir tanto. Huevo, azúcar y mantequilla es todo lo que se necesita para preparar este postre tan sencillo y delicioso. Se trata de una tortilla dulce en la que la yema y la clara se tratan por separado, pero terminan uniéndose durante la cocción. Una suerte de merengue en sartén o una tortilla souflé dulce.
Es posible que hayáis visto esta hermosura en rrss, donde lleva dando caña desde hace meses bajo el curioso nombre de tortilla japonesa. Y decimos curioso porque su origen es incierto. No existen referencias que lo ubiquen en el país del sol naciente, aunque puede que sea esa esponjosidad, propia de otros dulces nipones como el bizcocho Castela y las tortitas souflé, lo que haya llevado a bautizarla así.
Esta es una receta muy fácil de adaptar a distintos números de comensales. Solo hay que usar una sartén más grande y más cantidad de huevo. En este caso, con dos huevos hemos sacado una tortilla souflé de cuatro raciones, aunque es posible que los más golosos quieran más. Al gusto.
Separamos las yemas de las claras y las colocamos en dos recipientes limpios y secos. Añadimos una pizca de sal a las yemas y las batimos ligeramente con un tenedor. No hace falta espumar, solo mezclar. A continuación agregamos media cucharadita de azúcar y removemos de nuevo.
Ahora batimos las claras a punto de nieve y, como hemos hecho antes, añadimos una pizca de sal. Batimos con ayuda de unas varillas eléctricas y, cuando empiece a formar surcos, incorporamos el resto del azúcar. Continuamos batiendo hasta que estén bien firmes y, al voltear el recipiente, éstas se mantienen pegadas a su base.
Embadurnamos bien una sartén de 10 cm con mantequilla, por la base y los laterales, y vertemos las yemas en el interior. La llevamos al fuego y cocemos un par de minutos a fuego medio. Cuando la superficie de las yemas comienza a secarse, añadimos las claras montadas a punto de nieve.
Las repartimos bien por toda la sartén con mucho cuidado, alisando la superficie y repasando los bordes. Tapamos la sartén y cocemos el conjunto durante unos cuatro o cinco minutos a fuego suave.
Transcurrido este tiempo el merengue estará bien cocido y podremos pasar la tortilla a un plato, deslizándola con cuidado para que no se nos dé la vuelta. Dejamos que repose un par de minutos antes de cortar la tortilla por la mitad.
A continuación "afeitamos" la superficie para que quede plana, ya que vamos a colocar una mitad sobre la otra y así queda bien encajada. Lo hacemos con mucho cuidado, ayudándonos de una espátula y usando las manos si fuera necesario. Ahora solo queda servir, ya sea tal cual o con un chorrito de sirope, caramelo, miel o lo que más nos guste.
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Con qué acompañar la tortilla souflé
Servid esta tortilla souflé como postre, acompañada de un chorrito de miel. No necesita nada más. Aunque podemos llevar unos cafés a la mesa, unas infusiones o unos licores con que regar este dulce tan esponjoso y original.
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