Pocos platos huelen más a verano que las sardinas a la plancha, reinas indiscutibles de las vacaciones y del San Juan. En Málaga dan buena cuenta de ellas al ritmo de los espetos pero claro, allí se estilan asadas.
En casa, para matar el gusanillo de las buenas sardinas, podemos freírlas y con esta receta vais a ver que ni llenaréis la casa de humo ni os quedarán crudas.
Más aún, os quedarán perfectas si seguís nuestros pasos para cocinar pescados a la plancha y lamentaréis que no sea verano todo el año —más, claro—.
Apenas dos trucos, el de mantener bien la temperatura y el de ser cauto con el aceite, son las pistas que te vamos a dar para que bordes esta receta fácil y barata.
El mejor truco para que las sardinas huelan poco al freírlas en casa es procurar que no tengan ni vísceras ni cabeza, pues son las responsables de su intenso olor.
Para ello, evisceramos y descabezamos o lo pedimos en la pescadería. Ya en casa, ponemos una cucharada de aceite en una sartén antiadherente o plancha y lo extendemos bien.
Subimos el fuego hasta que la sartén esté bien caliente, ponemos las sardinas y bajamos a fuego medio para que se cocinen.
Bastarán con tres minutos por cada lado, cuando estén tostadas y bien hechas, las sacamos y salamos con sal gorda fuera de fuego.
BRA PRIOR - Grill asador con rayas, 28 cm, aluminio fundido con antiadherente Teflon Innovations, apto para todo tipo de cocinas incluida inducción
Con qué acompañar las sardinas a la plancha
Como en otras ocasiones, este tipo de pescados a la plancha como puede ser la dorada, la corvina, la bacaladilla o la lubina quedan muy bien como segundo plato para almorzar o comer.
Viendo el perfil malagueño que tiene la receta, podríamos atrevernos con un ajoblanco o con un gazpachuelo. También con una porra antequerana o un salmorejo si estamos en verano, que le irán de perlas.
En DAP | Sardinas al horno con perejil: la mejor receta para disfrutar del pescado en casa sin olores
En DAP | Sardinas abiertas rebozadas o albardadas