Hace muchos años, durante el tiempo que viví en el Reino Unido, descubrí y me aficioné al porridge de manera intensa y lo preparaba para desayunar todos los fines de semana. Con mi regreso a España tuve que cambiar el hábito pues aquí no era fácil encontrar copos de avena, pero ahora el panorama ha cambiado y yo vuelvo a desayunar porridge escocés con mango caramelizado.
El porridge se puede preparar con agua o con leche. A mi me gusta más con leche, porque queda más cremoso, pero esto va en gustos así que sentíos libres de variar la receta a vuestro gusto. El porridge escocés con mango caramelizado es un desayuno completo y energético por lo que no requiere de más acompañamiento que un café, té o la bebida de vuestro gusto. ¿Os animáis a probarlo?
Colocamos los copos de avena en un cacito y le añadimos la leche fría. Calentamos a fuego muy suave, removiendo de vez en cuando para que no se agarre a la base, durante el tiempo necesario para que espese la mezcla y se amalgamen los dos ingredientes. El tiempo dependerá de la fuerza de vuestra placa o cocina a gas y del punto de espesor que le queráis dar.
Mientras el porridge se cuece lentamente, tostamos las almendras laminadas en una sartén, a fuego medio. En el momento en que veamos que adquieren color, las retiramos y reservamos. Calentamos la miel en la misma sartén y añadimos el mango cortado en trozos de similar, removemos y dejamos caramelizar durante un par de minutos.
Una vez listos todos los elementos, solo falta montar el desayuno. Vertemos el porridge caliente en un cuenco y esparcimos por encima unas cuantas almendras laminadas. Colocamos el mango caramelizado en el centro y espolvoreamos con semillas de amapola para darle un toque extra de crujiente. Servimos inmediatamente.
Con qué acompañar el porridge escocés con mango caramelizado
Es indiscutible que el mejor momento para disfrutar del porridge escocés con mango caramelizado es el desayuno. La carga energética que lleva y su combinación de nutrientes lo convierten en la manera más completa de empezar el día. Está delicioso recién hecho, caliente o templado, y tiene una combinación de sabores y texturas que lo hacen irresistible para toda la familia.
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