La crema Parmentier es uno de esos grandes clásicos que nunca muere. Se prepara en hogares de todo el mundo y gusta a todos, grandes y pequeños, porque es un plato de cuchara de sabor suave, reconfortante y saciante. Su fácil y rápida elaboración, lista en 30 minutos, hace que sea también una de las recetas preferidas de los chefs y cocinillas.
De la crema Parmentier derivan otras cremas clásicas como la San Germán, con guisantes en su composición, la Solferino, con tomate como añadido, o la Dubarry, de coliflor. Esperamos poder prepararlas todas y compartir con vosotros las recetas de estos grandes clásicos para que las preparéis en vuestras casas.
Retiramos la parte verde del puerro y la reservamos para otras preparaciones. Cortamos la parte blanca a lo largo y, después, cada mitad en tiras. Lavamos bien hasta que no queden restos de tierra y escurrimos a conciencia. Pelamos las patatas, las lavamos y cortamos en trozos de un tamaño lo más similar posible para que se cuezan en la misma cantidad de tiempo.
Calentamos 65 g de mantequilla en una cacerola y rehogamos el puerro durante cinco minutos a fuego medio. Añadimos los trozos de patata, removemos y regamos con el caldo de verduras. Subimos el fuego al máximo para que arranque el hervor, bajamos y dejamos cocer a fuego suave durante 15-20 minutos o hasta que la patata esté tierna.
Mientras tanto preparamos unos costrones de pan frito. Cortamos las rebanadas de pan en tiras y las tiras en dados. Calentamos abundante aceite en una sartén y freímos a fuego medio alto. Volteamos de vez en cuando para que se doren por todos lados. Retiramos y dejamos escurrir sobre un plato con papel absorbente para retirar el exceso de grasa.
Cuando la patata esté cocida, trituramos con un robot de cocina potente, probamos y ajustamos el punto de sal y pimienta al gusto. Si no tenemos un robot potente, podemos usar una batidora de mano o un pasapurés y pasar después la crema por un chino. Lo importante es que el resultado sea aterciopelado y sin grumos.
Agregamos la mantequilla restante y removemos para que incorpore a la crema al tiempo que se funde. Con esto conseguimos dar un toque de brillo a nuestra Parmentier. Servimos inmediatamente con un chorrito de nata líquida y los costrones de pan.
Con qué acompañar la crema Parmentier
Los platos de cuchara, como esta crema Parmentier, son perfectos para la hora de la cena o para cuando no apetece comer pesado. Entonces los podemos acompañar de una rebanada de pan tostado con un poco de queso crema o mantequilla y quedaremos más que saciados.
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