Si los jóvenes Javier Sanz y Juan Sahuquillo de Cañitas Maite demostraron que se les dan de miedo las croquetas, parecía de cajón deducir que también saben lucirse preparando cocinando tortilla de patatas. Y aunque no la encontremos habitualmente en la carta fija de ninguno de sus ya múltiples proyectos gastronómicos, sí nos hacen babear con su versión de este clásico español en sus redes sociales.
Advertimos, antes de indagar en los detalles de su tortilla, que los amigos albaceteños son del bando concebollista y además preparan la tortilla bien jugosa, casi de las semicrudas por dentro. Por suerte para los más escrupulosos, está en el punto justo de cuajado meloso que no provoca una inundación de huevo líquido por el plato al cortarlas.
Cañitas Maite ha compartido estos días en su cuenta de X e Instagram un vídeo que muestra a los cocineros y empresarios inaugurando lo que han bautizado como “¡Que no se queme! - En la cocina con J & J”, una sección en sus contenidos de redes sociales que suponemos tendrá continuidad con más recetas y trucos.
La pJarimera de estas elaboraciones es una tortilla de patatas con cebolla al estilo de una receta que propone Marcelino Alonso 'Gastrorgasmico', conocido gastrónomo y divulgador de contenidos de comer y beber por nuestro país, con especial pasión por las tortillas.
Para preparar su versión, Javier y Juan pelan y laminan en medias lunas no muy gruesas unos 800 g de patata, así como unos 125 g de cebolla, en juliana. Aparte, echan seis huevos y seis yemas en una fuente amplia mientras va calentando dos dedos de aceite de oliva virgen extra en una buena sartén antiadherente.
En ese aceite confitan a la vez las patatas y a cebolla, a fuego suave y removiendo de vez en cuando, durante 20 minutos. En ese momento añaden sal y van machando la mezcla, cocinando un poco más hasta confitar la mezcla y dejarla tierna.
A continuación cuelan todo el aceite y vuelven a poner al fuego en la sartén la mezcla de hortalizas, tostando bien para que terminen de perder humedad y cojan algo de color y toque tostado crujiente. Entonces lo echan al recipiente de los huevos y remueven suavemente para incorporar sin añadir aire, “dejamos que se den cariño”, indican.
Ya solo queda cocinar la tortilla, y para ello calientan de nuevo la sartén con un poco de aceite dejando que coja buena temperatura antes de echar toda la mezcla. Removiendo la sartén con movimientos circulares desde el mango, dejan cuajar solo 20 segundos, le dan la vuelta con mucha maña usando una tapadera y vuelven a cocinar por el otro lado 20 segundos más. Y lista.
La sirven inmediatamente volviendo a voltearla sobre un plato, y como ellos dicen solo queda disfrutar. Una tortilla con la cantidad justa de cebolla bien confitada con la patata, nada aceitosa, con el toque extra de textura y sabor gracias al tostado y un cuajado justo para que quede bien dorada por fuera y jugosísima y melosa por dentro.
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