Hay regiones en España que tienen el privilegio de ser un destino con mucho que ofrecer a lo largo de todo el año, con encantos y actividades para cada estación. La comarca de La Selva, en Girona, es uno de esos lugares, foco de atracción turística en verano gracias a sus playas y calas que en otoño se transforma para invitar a recorrer sus bellos y ricos parajes de interior.
Entre el litoral de la Costa Brava y las montañas de las Guilleries se extiende un espacio muy rico en espacios naturales, con frondosos bosques, pueblos de origen milenario, yacimientos arqueológicos, monumentos, fortalezas, aguas termales y un sinfín de rutas y caminos para recorrer a pie o en bicicleta.
Con Santa Coloma de Farners como capital, y visita más que obligada, la localidad puede ser también punto de partida para explorar el entorno más próximo o más lejano, según el tiempo del que se disponga.
Para empezar siempre es recomendable adentrarse en el Parque de Sant Salvador de la misma Santa Coloma, con más de mil árboles que siguen el camino de la riera de Santa Coloma, donde se unen la fuente Picant y la fuente de Sant Salvador. En otoño luce con un encanto especial, y puede ser un paseo agradable antes de comenzar otras rutas de senderismo o acceder al castillo románico de Farners.
En toda la comarca encontraremos también un rico patrimonio histórico y cultural, como los baños romanos de Caldes de Malavella, el recinto amurallado de Tossa de Mar, o los castillos de Hostalric y de Montsoriu. Muchos de sus pueblos son en sí mismos un viaje al pasado, como el casco antiguo de Breda.
El rico entorno natural invita a organizar rutas y volver también en primavera para descubrir otra cara de los magníficos bosques y todos los espacios verdes salpicados por las numerosas fuentes, ríos y riachuelos que bañan la comarca, y que dan vida a las aguas termales y balnearios que también son un gran atractivo para desconectar y relajarse.
Y como colofón a una escapada a La Selva antes de la Navidad, aquí encontraremos el que acaba de ser premiado como el mejor turrón artesano de yema quemada de España. Es obra de Noguera Pastissers, empresa de tradición familiar cuya sede central se encuentra en Vilobí d'Onyar, muy cerca de Santa Coloma, y cuenta con pastelerías en Riudellots de la Selva, Maçanet de la Selva, Vilablareix, Sant Gregori y la misma ciudad de Girona.
El Gremi de Pastisseria de Barcelona ha premiado el turrón de yema elaborado por Arcadi Rafael Ossa, totalmente artesanal, como todos los golosos productos que salen del obrador central de la pastelería, usando además ingredientes de proximidad de la comarca, como nueces de Vilobí, y leche fresca ecológica de la Granja Selvatana de Campllong.
Además de productos típicos de bollería, elegantes pasteles de autor y otros dulces típicos navideños, en Noguera podremos probar especialidades catalanas y regionales como los melindros, carquinyolis, núvols de avellana o tosquigets. Un souvenir perfecto.
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Fotos | David Rueda/Santa Coloma de Farners - Gremi de Pastisseria de Barcelona
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