Probamos el relleno vegetal para burritos de la Top Chef Rakel Cernicharo, del restaurante valenciano Karak

La compañía valenciana Dacsa Group nació a finales de los 60 como molturadora de sémola de maíz, hasta que en 1982 expandió el negocio creando la icónica marca de Arroz Dacsa. Ahora, la multinacional se ha sumado a la tendencia plant-based con su propia marca de productos, usando una proteína propia de guisante, y con la colaboración de Rakel Cernicharo, última ganadora de Top Chef, quien firma los primeros platos de quinta gama totalmente vegetales.

Así, con el nombre de Hi Vegs!, Dacsa inauguró su propio sello de productos vegetales siguiendo la estela de marcas ya asentadas, con Heura o Garden Gourmet de Nestlé como las más reconocibles. La novedad de la compañía valenciana es precisamente la línea que ha diseñado la chef y propietaria de Karak, con un Sol Repsol, con la idea de ofrecer platos listos para comer, con recetas propias diferenciadas y vocación de alta cocina en quinta gama.

En realidad, más que "alta cocina", habría que hablar simplemente de cocina profesional, pues el concepto de burrito tex-mex no responde precisamente a la idea de un restaurante de alto copete. En cualquier caso, antes de opinar y con propiedad hay que probar para juzgar. Y eso es lo que hemos hecho en nuestra cocina.

Presentación y características del producto

El catálogo de Hi vegs! se compone actualmente de 15 productos, divididos en cuatro grupos: listo para cocinar, listo para preparar, listo para untar y listo para comer. La gama "alta cocina" de Rakel Cernicharo, de este último, está formada por tres referencias hasta el momento, las tres bajo una misma presentación en tarro de vidrio.

Son platos de quinta gama que contienen todos los ingredientes ya preparados y que solo necesitan una breve aplicación de calor para degustarlos adecuadamente, aunque bien podrían comerse en crudo. Como las legumbres cocidas de bote, es por tanto un precocinado en conserva, que no requiere frío para su conservación mientras permanezca cerrado.

Los tres platos son: curry vegetal de garbanzos y quinoa roja, relleno vegetal para burritos y bowl de bocaditos con arroz negro y setas en salsa teriyaki. Nosotros hemos podido probar el segundo, quizá el más interesante porque no abundan todavía las propuestas de cocina mexicana o tex-mex 100 % vegetales, que tengan proteínas.

El tarro de vidrio contiene 290 g de peso neto y nos indica que se puede conservar en un lugar fresco y seco, lejos del suelo y la luz directa, hasta la fecha de consumo preferente, casi un año. Una vez abierto, debe mantenerse refrigerado y consumir en cinco días.

Ingredientes y composición nutricional

El listado de ingredientes completo, por orden de mayor a menor cantidad, de este producto es el siguiente:

Agua, tomate, maíz (16,9 %), alubia roja (16,3 %), proteína texturizada de guisante, cebolla, aceite de girasol, tamari (agua, soja, sal, alchol), ají panca (ají panca, sal, ácido cítrico, benzoato de sodio), sal, pimentón.

En cuanto a la composición nutricional, tenemos:

Valores medios	Por 100 g
Valor energético	197 kcal
Grasas	11,9 g
de las cuales saturadas	1,3 g
Hidratos de carbono	9,1 g
de los cuales azúcares naturalmente presentes	2,4 g
Fibra alimentaria	4,5 g
Proteínas	11 g
Sal	<0,1 g

Preparación y degustación

Como decíamos, este preparado es de quinta gama y por tanto ya está totalmente precocinado; solo hay que calentarlo para comerlo. El propio envase nos indica que podemos hacerlo en el microondas, trasladando el contenido a un recipiente apto con tapa o cubierto con film, durante un minuto a potencia media, o podemos saltearlo en una sartén con un poco de aceite de oliva.

Nos hemos decantado por lo fácil, ya que, no nos engañemos, el objetivo de estos productos es ahorrar al máximo tanto tiempo como utensilios, y así no gastamos aceite. El bote se abre fácilmente, haciendo el pop que nos garantiza un buen sellado, y no es difícil extraer el contenido. Aunque todo va un poco a presión, las alubias, que son lo más delicado, están arriba del todo y caen casi solas a volcar el tarro.

Después sí hará falta ayudarnos de una cuchara para sacar todo el contenido, que va por capas, con la mezcla de proteína y salsa abajo del todo. El maíz se reconoce fácilmente y las alubias logran permanecer, en general, bastante enteras. Removemos un poco para mezclar todo y lo calentamos en el microondas, tapando con plástico film.

La verdad es que ya huele mejor al coger el calor y nos trae recuerdos de la cocina tex-mex, ya con un toque ahumado en al ambiente. Lo servimos con tortillas de trigo ligeramente calentadas al micro y aguacate, como nos sugiere el fabricante.

Un solo bote cunde bastante para dos raciones generosas de burritos o tacos, especialmente si engordamos un poco más el montaje añadiendo el aguacate, mezcla de lechugas, tomate o pimiento, que es lo que hicimos con las sobras al día siguiente. Tiene una buena textura, sin chorrear líquido, y la proteína cumple perfectamente su función de sustituir la carne picada o de acompañar la legumbre.

Está rico, pero apenas pica y le falta jugosidad

Se nota el ají pero los amantes del picante apenas lo notarán, y quizás le hubiera ido bien un ligero puntillo extra más picajoso. Lo que sí percibimos rápidamente al segundo bocado es que le falta jugosidad, algo muy típico de las proteínas vegetales, por lo que coronamos nuestros burritos con queso emmental rallado y un poco de salsa mexicana.

Conclusiones

A falta de catar las otras dos referencias de la gama, el preparado vegetal para burritos firmado por la chef Cernicharo cumple más que sobradamente su función: ofrecer un plato original y sabroso, versátil y fácil de comer, que no sepa a prefabricado y nutricionalmente equilibrado, además de 100 % vegetal.

Puesto que se puede conservar durante muchos meses en la despensa, es un buen recurso para tener de fondo de armario y montar un almuerzo o cena en pocos minutos, eso sí, añadiendo a la mesa tortillas de trigo o maíz, ingredientes frescos vegetales extra y alguna salsa que añada humedad y frescura al conjunto. Guacamole o incluso una salsa de yogur casera le irían estupendamente.

Es de agradecer que la proteína vegetal que emplea la compañía sea nacional, con proteína de guisante texturizada elaborada en una planta de producción propia, pionera en nuestro país. No puedes presumir de productos vegetales para reducir el impacto ambiental si luego importas los ingredientes a terceros.