La preciosa casona gallega con vistas al mar que aloja el Parador de una ciudad que rinde culto al arroz con leche

Separada apenas por unos 50 km de La Coruña, al norte de la capital del municipio Ferrol abre sus calles, su puerto y su cultura también al mar, las playas y la ría. Aunque quizá no sea la localidad gallega que más resuena al pensar en clave turística, esta histórica ciudad tiene reclamos más que de sobra para reivindicarse como destino a descubrir y disfrutar, especialmente para aquellos enamorados de la vida marítima.

Porque Ferrol nació y evolucionó como villa dedicada por completo al mar, tanto aprovechando los recursos naturales de la pesca como por su potencial militar gracias a la situación estratégica de su litoral. Es fácil comprobarlo desde las magníficas panorámicas del puerto, del arsenal y de la ría que se pueden contemplar desde los grandes ventanales de su Parador, uno de los más encantadores de Galicia.

Ocupando lo que antaño fuera una de las clásicas mansiones señoriales de la zona, típica casona gallega, el Parador de Ferrol conserva la belleza y el estilo tradicional que transmite su pasado histórico, sin renunciar a las comodidades más modernas, perfectamente adaptado al entorno.

En pleno centro del Barrio de La Magdalena, uno de los puntos emblemáticos de la ciudad, el Parador se mimetiza con las demás casas señoriales que definen la personalidad de esta zona, cuya importancia histórica es tal que ha sido declarado Conjunto Histórico-Artístico. Son viviendas que pertenecieron a la burguesía en otros tiempos, construidas en dos o tres alturas, con amplios ventanales, miradores y balcones repletos de cristaleras enmarcadas por la característica madera lacrada en blanco, como el propio Parador.

El barrio además ofrece una imprescindible ruta por sus calles, trazadas siguiendo el racionalismo rectilíneo de la Ilustración, salpicado de arquitectura y obras modernistas, como el Teatro Jofre, y donde también hay lugar para el arte urbano más contemporáneo.

Otros puntos de interés son los monumentos y enclaves que trazan la historia militar de la ciudad, desde el Museo Naval hasta el imperdible Arsenal, sin olvidar construcciones religiosas de gran valor histórico-artístico, como la Concatedral de San Julián.

Y es precisamente en este templo neoclásico donde el 7 de enero se celebra la eucaristía solemne en honor al santo que le da nombre en su día, San Julián, que a modo de colofón de las navidades invita a toda la ciudad a participar de una de las fiestas locales más importantes para sus vecinos, honrando al patrón de Ferrol.

Los actos de la jornada festiva culminan con una gran degustación gratuita de arroz con leche en la Plaza de la Constitución, tradición muy popular y querida en Ferrol que también atrae a muchos visitantes. Este año se esperan repartir unas 2.600 raciones de este tradicional postre, uno de los más típicos de esta ciudad gallega.