A medio camino entre nuestro concepto de las gachas y popularizado como porridge, debido a su influencia británica, son muchos los desayunos españoles que empiezan al ritmo que marca la avena.
Sustancioso, energético y con este puntito fresco que le dan los frutos del bosque —que podemos añadir a voluntad—, este porridge de avena es una excelente piedra de toque para empezar nuestros días y que podemos alternar con la crujiente granola casera.
Perfecto para cualquier tipo de persona o para hacer desayunos en familia, la receta no puede ser más sencilla y el resultado incluso sorprenderá a los que eran reacios a esta forma de incluir cereales en la primera comida del día.
Sea la más importante —o no, como ya te hemos contado en alguna ocasión—, plantarse ante este primo británico de las gachas es una opción fabulosa para seguir cuidándonos y es que, desde que amanece, apetece.
Ponemos la leche, que puede ser de vaca o puede ser una bebida vegetal, y la avena en un cazo más alto que ancho y lo llevamos a ebullición lenta a fuego suave. Así durante al menos 15 minutos, removiendo puntualmente para que se vaya adquiriendo la textura del porridge.
Retiramos del fuego cuando tenga la consistencia que deseamos y lo dejamos atemperar fuera del fuego, momento en el que podemos aprovechar para cortar al gusto las frutas que vayamos a añadir. Suelen irle bien todo tipo de frutos rojos como arándanos, moras, frambuesas o fresas, pero también podéis introducir otro tipo de frutas que tengan un cierto contrapunto ácido.
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Con qué acompañar el porridge de avena para el desayuno
Un porridge de avena es un desayuno suficientemente sustancioso para no necesitar muchos más compañeros de mesa, pero siempre podemos hacer un té o una infusión para tener a mano y jugar esa baza líquida. Lo mismo que podríamos hacer con un buen zumo o un smoothie, dando aspecto de desayuno de fin de semana.
Si queremos completar la opción británica, podríamos recurrir a hacer un clásico english breakfast a base de huevos fritos, beicon, champiñón y sus baked beans, aunque quizá sea excesivo, pero si es para compartir seguro que nos acaba apeteciendo.
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