Convertir unas sencillas pechugas de pollo en un plato llenos de brillo y sabor es más fácil de lo que parece. tan solo con unos pocos ingredientes y fruta fresca, y ya podemos disfrutar de una ricas pechugas de pollo glaseadas con salsa teriyaki y piña, muy buenas para una cena ligera, pero que no sea aburrida.
En esta ocasión la salsa teriyaki no la vamos a utilizar de la preparada comercialmente o de la casera que ya os había enseñado a hacer en otra ocasión, sino que simplemente le aportamos su particular sabor gracias a la unión de tres ingredientes con los que formamos una mezcla muy fácil.
Comenzaremos calentando el aceite en una sartén antiadherente, añadimos las pechugas de pollo y las cocinamos por ambos lados durante cuatro minutos, aumentamos la potencia del fuego y añadimos el agua, dejamos que el pollo se cocine durante otros seis minutos.
Mientras se cocina la carne, picamos el jengibre fresco en trozos y lo metemos en el vaso de una batidora, lo trituramos con las cuchillas, y añadimos encima, la piña en trozos, la salsa de soja, el vinagre de arroz y la miel, volvemos a triturar hasta que se forme una salsa espesa.
Reducimos el fuego y vertemos la salsa encima de la carne y llevamos a ebullición. Vamos girando la carne en la salsa para que se impregne por todos los lados, y cocemos hasta que la salsa comience a tomar aspecto de glaseado. Servimos bien caliente.
Con qué acompañar las pechugas de pollo glaseadas con salsa teriyaki y piña
Esta receta de pechugas de pollo glaseadas con salsa teriyaki y piña se complementa muy bien con un arroz basmati aromático, o una ensalada. es una receta sencilla, pero llena de sabor, capaz de transformar unas simples pechugas de pollo en un plato exótico.
En Directo al paladar | Salmón marinado con jengibre, wasabi y salsa de cítricos. Receta En Directo al paladar | Pavo con naranja y jengibre. Receta
Ver 2 comentarios