Los espárragos blancos en conserva son uno de esos productos que siempre tengo en la despensa. Me sacan de muchos apuros, ya sea escurridos y con un poco de mayonesa o como ingrediente de recetas como este pastel frío. Un clásico en mi recetario familiar, esta vez en versión 2.0.
Y digo versión 2.0. porque la fórmula básica que siempre he usado solo llevaba espárragos blancos, huevos, nata líquida, sal y pimienta negra. Esta es una receta mejorada que incorpora queso parmesano rallado y una pizca de nuez moscada, algo que lo eleva a otro nivel superior.
Por otro lado, como no me apetece mucho encender el horno, he probado a prepararlo en microondas y el resultado ha sido estupendo. Queda jugosísimo, el tiempo invertido se reduce considerablemente y también el gasto energético. Sea como fuere, te cuento más abajo cómo prepararlo de las dos maneras: en microondas y el horno tradicional.
Escurrimos los espárragos, cortamos las yemas de algunos de ellos y las reservamos para decorar. Introducimos el resto de espárragos en el vaso de una batidora. Agregamos los huevos, la nata líquida y el parmesano. Condimentamos al gusto con nuez moscada, sal y pimienta.
Trituramos hasta obtener una mezcla homogénea que vertemos en el interior de un molde apto para microondas o para horno convencional, según usemos uno u otro electrodoméstico. En cualquier caso, enmantequillamos antes el molde y lo espolvoreamos con pan rallado para que sea más fácil el desmoldado.
Cocción en microondas Cubrimos el molde con papel film y pinchamos para hacer unos agujeritos. Lo introducimos en el micro y programamos 10 minutos a 800 w de potencia. Cada microondas es un mundo, así que lo mejor es chequear a mitad de tiempo por si fuera necesario ajustar el tiempo o la potencia.
Cocción en horno convencional. Colocamos el molde en una bandeja de horno y cubrimos la base con un par de dedos de agua. Lo llevamos al horno, precalentado a 160ºC con calor arriba y abajo, durante 25-30 minutos o hasta que se vea cuajado.
Una vez cocido el pastel, esperamos a que se atempere antes de desmoldarlo y servirlo. Lo podemos decorar con una capa fina de mayonesa por encima, las yemas reservadas y unas hojas de perejil fresco. También lo podemos dejar reposar en la nevera y servir bien fresco.
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Con qué acompañar el pastel de espárragos blancos con queso parmesano
Esta receta de pastel de espárragos blancos con queso parmesano, explicado en microondas u horno convencional, puede acompañarse de una ensalada verde. Es una opción excelente para servir, bien fresquito, como cena en un día caluroso. Resulta un plato muy completo.
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