Aunque la oferta es siempre tentadora para los amantes de la cocina, la cantidad de gadgets que existen para cocinar puede ser abrumadora y realmente innecesaria, aparte de hacer que el desorden reine en los armarios de la cocina sin sentido alguno.
Si bien no hace falta volver a la precariedad paleolítica cuando un trozo de sílex valía para todo en la cueva, tampoco es necesario que los cajones y espacios de almacenamiento de casa parezcan una versión hogareña de Ikea y casi no se puedan ni cerrar.
Por suerte, algunos gadgets son absolutamente prescindibles y, valorando su aportación versus la ocupación del espacio que generan, pueden sustituirse fácilmente por otros accesorios multiusos o con usos insólitos para algunos.
Así que, como los gurús del orden predican: menos es más, y aparte el verano es un gran momento para ponerse manos a la obra y ordenar todos aquellos indeseables espacios que generan ansiedad con tan solo mirarlos.
Cascanueces antiguo
¿Quién quiere un cascanueces en casa de aquellos antiguos tienendo los míticos corazones que incluyen las bolsas de nueces con cáscara en forma de corazón? Just saying.
Esta herramienta ocupa además una gran cantidad de espacio y se usa en muy pocas ocasiones a lo largo del año, de modo que sin duda hay que prescindir de ella.
Abridor de cerveza
Un solo abrebotellas de vino es la medida justa para tener en casa, pero más ya es pasarse. Este ya va a servir para abrir las chapas de las botellas y, en cualquier caso, siempre nos queda la opción de abrir los quintos y medianas con la presión ladeada de un cuchillo o una cuchara sobre la chapa y prescindir absolutamente de esta herramienta.
Además, en Internet pueden encontrarse decenas de vídeos de como aprender esta sencilla opción: basta con sujetar la botella por el cuello y hacer palanca, dando lugar a una presión que simplemente abre la botella.
Abrelatas
Los abrelatas son herramientas inútiles si se tiene en cuenta la gran cantidad de espacio que ocupan. Este gadget es, sin duda, super reemplazable por latas con abrefácil, una solución tan extendida como sencilla.
Aunque algunas latas de conservas más a largo plazo no disponen de este tipo de abertura en un solo tirón, a la hora de comprar (o de tirar) este accesorio, es importante preguntarse si realmente en casa se consumen este tipo de productos.
Exprimidor manual
¿Quién no ha tenido uno de estos y se ha arrepentido de su inutilidad al instante? Más, habiendo opciones eléctricas en el supermercado que hacen zumos enteros en tan solo unos segundos.
Estos gadgets tienen la desventaja de tener varias piezas (que se separan y pierden), ocupan espacio y son totalmente inútiles salvo cuando se quieren extraer el zumo de medio limón: algo que puede resolverse apretándolo contra un tenedor.
Deshuesador de aceitunas
Puede parecer un reto, incluso divertido, pero quitarle el hueso a las olivas es una tarea de chinos. ¿Quién tiene tiempo de dedicarse a este menester pudiendo ir un momento a cualquier supermercado a por unas olivas sin hueso?
Este es además otro gadget que ocupa gran cantidad de espacio y que una vez probado después de comprarlo no lo volveremos a usar en la vida, prometido.
Cuchara para esferificaciones
Aunque hayamos querido parecer Ferran Adrià al frente de elBulli en algún momento y nos hayamos hecho con una cuchara-colador para servir esferificaciones en las ensaladas de nuestros comensales, no hay nada más absurdo que conservar ese gadget.
¿Cuántos días al año se comen estas bolas de aceite, vinagre o mil sorpresas más? Deshacerse de él es urgente y una gran ganancia en espacio.
Decantador de vino
Aunque aparte de un Ferran Adrià llevemos también un Pedro Ballesteros dentro y queramos hacernos pasar por un Master of Wine ante nuestros invitados, el decantador de vinos es un enorme y frágil utensilio que realmente tendrá muy pocos usos.
Entre los consumidores medios, lo normal es acabar descorchando el vino para oxigenarlo minutos antes de su consumo. Así que lo mejor es omitir todo el kit de herramientas enológicas o guardarlo en el comedor, ya que que queda mejor en la vitrina de trofeos que guardado en cualquier rincón de la cocina.
Cubitera
Muy a favor de las grandes y esbeltas cubiteras que generan gotas de fresco cuando están bien frías, pero este cubículo es enorme, ocupa mucho espacio y puede sustituirse por los conocidos condones de congelador.
Estas bandas que se guardan arremolinadas en el congelador son mucho más friendly que la aparatosidad de las cubiteras, y mucho menos costosas. Eso sí: la vertiente estética queda mucho más comprometida.
Ralladores de verdura
Los ralladores en espiral de calabacines, zanahorias, pepinos y derivados, parecidos a los sacapuntas, son engorrosos desde el momento en el que aterrizan en la cocina. No hacen nada que no se pueda conseguir rápidamente con un cuchillo y encima estropean el producto al hacer que se rompa al girarlo sobre la cuchilla.
Estos aparatos deberían estar prohibidos por la cantidad de plástico que incorporan y la absoluta inutilidad de su vida, también por la energía que requiere su ejecución y el poco retorno que tienen.
Panificadora
Aunque en la pandemia la elaboración de pan artesanal estalló y fue de las recetas más practicadas en los hogares, la verdad es que para hacer pan lo más importante es la paciencia y, a nivel técnico, disponer de un horno.
Es cierto que las panificadoras hacen muy bien la función de amasado (evitando que se fatiguen las manos) y la de fermentación (con temperaturas controladas), pero su gran ocupación del espacio es intolerable versus a la calidad y cantidad de pan que dan. Lo mismo con las panificadoras sin gluten: todo el proceso puede hacerse manual.
Cocedores de huevos
Habrá quien encuentre, entre los cocedores de huevos, el gadget ideal para hacerse unos huevos poché al estilo Benedict el fin de semana, pero ahora por ahora resulta difícil afirmar, entre la oferta que hay, que este existe y que funciona como es debido.
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Además, los huevos pueden cocerse rápidamente al microondas simplemente con la ayuda de un bol y de un poco de papel film o con un vaso pequeño, ahorrando esos 15 centímetros que ocupa el cocedor para mejores cosas.
Fotos | Ikea.
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