Ha sido fácil para muchos medios recurrir a la coletilla 'covid de las vacas' para describir la denominada como Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE, por sus siglas) que desde hace varias semanas está elevando las cifras de mortalidad en el ganado bovino español.
Esta enfermedad, que es transmitida por un mosquito, dista mucho de parecerse al covid. Sin embargo, resulta mucho más llamativo y gratuito crear un espacio de alarma que pone en el foco esta mala noticia para la ganadería española. Algo parecido a lo que sucede cuando se recurre desde los medios al término Filomena para explicar fenómenos meteorológicos de gran intensidad.
Sin embargo, la EHE no es el covid de las vacas. Primero porque, como indica el Ministerio de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, es una enfermedad vírica infecciosa no contagiosa.
Es decir, los animales no se la transmiten de unos a otros. Para desarrollar la enfermedad; que sólo afecta a rumiantes domésticos y salvajes, especialmente cérvidos y vacuno, con muy poco impacto en ovejas o cabras), debe aparecer la picadura de un tipo de mosquito (el Culicoides spp)
El 'covid de las vacas' no es perjudicial para los humanos
La EHE, cuyo significado de epizoótica significa en términos animales lo mismo que el concepto 'epidemia' para los seres humanos, no afecta en modo alguno a las personas. Es decir, no se produce una zoonosis, que es aquella situación en la que una enfermedad que pudiera tener un animal se acabara transfiriendo al ser humano. Por poner ejemplos de zoonosis alimentarias, podríamos indicar la triquinosis o la listeriosis.
Sin embargo, la EHE no es transmisible a seres humanos. Tampoco consumir productos que procedieran de estos animales influirá en nuestra salud, ya sea leche y sus derivados o carne.
Cómo se combate la enfermedad hemorrágica epizoótica
No obstante, es lógico contemplar que la EHE afecta al bolsillo del ganadero, pues es una enfermedad vírica para la que no hay vacuna, como informa el propio ministerio.
Por eso, las únicas medidas para combatir la EHE están enfocadas a luchar contra esos vectores de transmisión, utilizando insecticidas, repelentes y larvicidas en los animales, en los medios de transporte y en las instalaciones, procurando además que estas estén lo más limpias y secas posible, limitando así el crecimiento natural de los mosquitos que transmiten la EHE.
Aparecida en Europa en 2022, la EHE provoca en los animales distintos tipos de síntomas, incluyendo fiebre, pérdida de apetito, dificultad respiratoria y distintos tipos de edemas, además de hemorragias internas, episodios de infertilidad y abortos, y distintos tipos de episodios ulcerosos en el sistema digestivo y, en casos extremos, la muerte del animal.
No obstante, la realidad de la enfermedad es que el ganado no suele cursar más allá de síntomas moderados, si bien la aparición de la EHE puede significar un coste elevado para el ganadero ante el declive de su cabaña.
Lo que sí es cierto, tal y como informa el periódico El Norte de Castilla, la enfermedad ahora mismo es responsable de un aumento de hasta un 25% de las muertes de ganado bovino en Castilla y León respecto al mismo período de 2022, siendo la comunidad castellanoleonesa la más afectada por el EHE, si bien la enfermedad está presente también en otros territorios como Extremadura, Andalucía o Castilla-La Mancha.
GUIA DE LA CRIA DE GANADO VACUNO (GUIAS DEL NATURALISTA-GANADERIA Y AVICULTURA)
Además y, en cualquier caso, la enfermedad hemorrágica epizoótica no tiene relación alguna con la tuberculosis bovina, otra enfermedad propia del vacuno que ha atrapado también titulares en los últimos meses.
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