Hay recetas que hasta podemos oler en fotos y estas migas de pan con chorizo son una de ellas. Clásico desayuno de pastores y cazadores durante décadas, allí donde había una jornada de campo había unas migas matutinas con las que comenzar el día.
Fieles al aprovechamiento del pan asentado del día anterior, esta receta sirve para reconciliarse con una cocina tradicional y sabrosa donde no es solo importante la calidad de la materia prima, sino también el mimo que le pongamos.
Más fácil de hacer de lo que parece —si seguís los pasos correctamente— y con el jugoso toque del chorizo, además de la necesaria presencia del ajo, estas migas de pan sirven para darse un auténtico homenaje en una mesa bien compartida.
Al gusto, como en otras recetas de migas o de gachas, podemos añadir también un buen par de huevos fritos, algunas tajadas de panceta frita o unos torreznos, aunque si queremos no meter más calorías a la mezcla podemos equilibrar con alguna fruta como uvas o mandarinas, que le irán de perlas.
Y si tienes un robot de cocina, también puedes hacer la receta de migas en Thermomix.
Las migas de pan no son complejas, pero sí son relativamente laboriosas, aunque muy agradecidas. Lo primero que debemos hacer es cortar el pan candeal asentado en trozos. Valdrá en cuadraditos de 1x1 centímetros, que es un buen tamaño para las migas, aunque podéis también hacer cortes más largos, que irán igual de bien.
Cuando tengamos el pan migado, humedecemos con un poco de agua las migas en un bol. No se trata de encharcarlas, sino de rehidratarlas ligeramente, así que mejor poquito a poco, hasta que notemos que vuelven a estar humedecidas.
Aparte, ponemos en una cacerola alta una cucharada de aceite de oliva y freímos en ella el chorizo en rodajas —también puedes desmigarlo—, la panceta en trozos de bocado y el jamón, picado también en cubitos como de medio centímetro.
Cuando las carnes estén cocinadas y hayan soltado su grasa, añadimos los ajos aplastados, que deberán ir con piel, y los rehogamos dos o tres minutos evitando que se quemen. Cuando el ajo tenga cierto color añadimos las migas y cocinamos a fuego suave durante unos 10 minutos, removiendo para que las migas absorban las grasas de las carnes. Servimos caliente.
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Con qué acompañar las migas de pan con chorizo
La rotundidad de estas migas de pan con chorizo bien merecen quemar el exceso de calorías que, sin embargo, podemos aligerar si retiramos parte de la grasa de las carnes. Para refrescar el bocado, diversos trozos de fruta fresca como las antes mencionadas o como pera y manzana pueden irle bien.
También podemos engrosar más nuestras migas de pan con alguna otra chacina o embutido, aunque quizá no sea tan típico, como pueda ser la morcilla. Además, en ciertas zonas como el sur de Ávila es muy frecuente que la migas de pan también incluyan pequeños trozos de patata frita o pimiento, por lo que podemos darle algo más de color y sustancia a la mezcla.
En cualquier caso, estas migas son suficientemente recias como para cumplir como plato único para cualquier menú o para darnos un buen capricho a primera hora y no necesitar recuperar energías hasta ya bien entrado el día.
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