Jugar con los contrastes que conseguimos al combinar fruta fresca con ingredientes salados siempre proporciona sabrosas recompensas. Si normalmente añadimos la fruta a recetas saladas, en este caso tenemos el caso contrario, al aderezar el mango fresco con una mezcla de chile o pimentón picante, sal y rallaradura de lima. Es un clásico de la street food mexicana, y se prepara en 15 minutos.
La receta original utiliza tajín, un producto ya icónico de la despensa de México que consiste, básicamente, en una mezcla de chile picante molido con piel seca de lima y sal. Tal y como explican aquí, preparar un equivalente casero es tremendamente fácil, y nos permite usar nuestro pimentón picante nacional o añadir más o menos lima.
Es importante que los mangos sean de calidad, sabrosos y aromáticos, con la carne tierna sin fibras leñosas, pero que no estén demasiado maduros. La idea es que sea un bocado jugoso pero que no se deshaga al cortarlo, procurando que no suelte demasiados jugos.
Lavar y secar muy bien la lima. Rallar su piel lo más fina posible sin sacar parte blanca, mejor con un rallador tipo zester Microplane. Disponer en un pequeño recipiente y añadir el chile molido y la sal.
Remover muy bien con unas varillas pequeñas o con un tenedor, o usar un molinillo pequeño. Debe quedar una mezcla homogénea. Probar y ajustar los ingredientes al gusto si se desea.
Lavar los mangos y sacar su pulpa, según el método que más nos guste. Como buscamos fruta aún firme, puede ser más fácil pelar la piel con un pelaverduras antes de cortarlos.
Sacar piezas alargadas, de unos 7-8 mm de grosor, y extender en un plato o fuente, o repartir en raciones. Espolvorear con la mezcla picante y servir, o tapar con film sin apretar mucho y refrigerar.
Con qué acompañar el mango picante
La magia de esta facilísima receta es que apetece a cualquier hora, como suele pasar con los clásicos del street food. Dulce y picante, fresco y especiado, ligero pero saciante; es un picoteo perfecto para tomar entre horas, para arrancar el día o como merienda, y también es una opción estupenda como postre de verano. Además podríamos servirlo en una cena de picoteo, como guarnición de un asado o para dar un punto especiado a un pescado a la plancha. Si nos resultara demasiado picante, podemos combinarlo con yogur natural.
En Directo al Paladar | Vasitos de mango y nata: receta sencilla de postre refrescante sin azúcar añadido
En Directo al Paladar | Helado fácil de mango y plátano: receta sin heladera (y sin azúcar añadido)