Si hay un clásico de la repostería que nunca falla y nos encanta sobremanera son estas magdalenas de nata. Es una receta antigua que en muchos hogares con ganado se hacía para aprovechar la nata de la leche que se iba retirando de cada ordeño.
Como no siempre se tiene este producto a mano, recomendamos usar nata pasteurizada. No es lo mismo y si habéis tenido la suerte de probar la receta auténtica lo sabréis, pero para un apañp vale perfectamente. Os aconsejamos también, si tenéis la suerte de tener a mano manteca de vaca, que la uséis en vez de mantequilla. El resultado mejora inmensamente.
Calentamos el horno a 180º calor arriba abajo. Derretimos la mantequilla y la reservamos para que se temple un poco. Montamos los huevos junto al azúcar y la ralladura de naranja hasta que esponjen y tengamos una masa ligeramente blanquecina.
Agregamos la nata y la mantequilla en forma de hilo, mientras seguimos batiendo. Por último echamos la harina tamizada junto a la levadura. Mezclamos ayudándonos de una lengua y repartimos la masa en las cápsulas sin llenarlas del todo.
Espolvoreamos con azúcar y horneamos durante unos 15 minutos o hasta que las magdalenas hayan subido y estén doradas. El tiempo de horneado depende tanto del horno como de los grandes que hayamos hecho las magdalenas. Retiramos a una rejilla y dejamos que se enfríen antes de consumir.
Con qué acompañar las magdalenas de nata
La receta de magdalenas de nata es un clásico de muchos hogares. Son ideales para el desayuno o una merienda y para conservarlas en perfecto estado es mejor preservarlas del aire y la humedad en una lata hermética o similar. De este modo permanecen perfectas durante varios días.
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