No tengo remedio y me pierden los bizcochos y magdalenas. La de recetas diferentes que habré hecho en mi vida sólo lo sé yo, así que estas magdalenas de manzana pasan a engrosar mi larga lista de favoritas, por su sabor y rica textura.
Si os apetece cambiad la fruta, pero como ahora tengo muchísimas manzanas que me regalan, quería darle algo de salida y no hacer la típica compota de manzana, como la de hace unos días. Si os gustan las especias queda fenomenal agregar una pizca de canela, vainilla o mezcla de especias para bizcochos, la típica que encontramos en muchas recetas alemanas.
Calentamos el horno a 180º C con calor arriba abajo sin aire. Batimos la mantequilla con el azúcar moreno hasta que se forme una crema. Agregamos el huevo y seguimos batiendo hasta que tengamos una crema suave. Echamos encima la mezcla tamizada de harina y levadura.
Por último echamos la manzana pelada y troceada menuda junto al zumo de naranja. Removemos con una lengua hasta que todo se integre y consigamos una masa homogénea. Vertemos la masa en los moldes para magdalenas y horneamos durante unos 20 o 25 minutos, depende un poco del tamaño de las cápsulas.
Sacamos del horno, dejamos reposar sobre la bandeja cinco minutos y pasamos las magdalenas a una rejilla para que se enfríen. Para conservarlas lo mejor es una lata hermética.
Con qué acompañar las magdalenas de manzana
Estas magdalenas de manzana son perfectas tanto para desayunar como merendar, ya que al contener manzana en trocitos nos completa perfectamente un bocado dulce sin necesidad de tomar nada más. Particularmente como tentempié me tomo una de estas a media tarde y me olvido el resto del día.
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