Australia nunca dejará de sorprendernos, y no precisamente por lo atractivo de su gastronomía. Y si hace poco descubríamos que el guitarrista Deniz Tek (Radio Birdman) había decidido dedicarse al cultivo de café o que el dueño de una cafetería había tenido una "brillante" idea para con las camareras, ahora toca hablar del país de las Antípodas por un motivo muy diferente, aunque igualmente llamativo.
Resulta que la cadena de restaurantes Karen's Diner (que ya cuenta con al menos 12 establecimientos en la isla más grande de Oceanía) se ha convertido en el nuevo place to be australiano gracias a sus camareros desagradables y al horrible trato que dan a sus clientes. Y lo mejor de todo es que la propuesta está teniendo una acogida sin precedentes, ¡todo el mundo quiere vivir la experiencia de que le atiendan fatal mientras, eso sí, les sirven unas hamburguesas deliciosas!
De hecho, podemos decir que la cadena está creciendo a un ritmo vertiginoso. Han decidido cruzar el charco abriendo varias sucursales en Reino Unido y ahora están planeando hacer lo propio en Estados Unidos, Canadá y Nueva Zelanda. ¿Es cuestión de tiempo que lleguen a nuestro país? ¡Pronto lo sabremos! Por si acaso, ve preparando la mejor de tus sonrisas...
"Great burgers and very rude service"
Así reza su eslogan: "Excelentes hamburguesas y un servicio muy grosero". Así que el comensal no puede decir que no se lo habían advertido antes de sentarse. Probablemente sea el único restaurante del mundo que se enorgullece de ofrecer una atención pésima al cliente, al que mira mal, habla peor aún y le tira la comida como si fuera un perro.
Se suele decir que una mala experiencia con el servicio, a diferencia de si ocurre esto mismo con la comida, hace que un cliente no vuelva jamás a ese establecimiento. Pero en el caso de Karen's Diner ocurre todo lo contrario, son precisamente sus camareros desagradables los que despiertan la curiosidad del público y quienes hacen que la gente quiere repetir una y otra vez esa experiencia desastrosa.
En eso consiste la "experiencia Karen", donde por cierto te piden que, por tu bien, no se te ocurra pedir que llamen al encargado porque puede ser lo último que hagas en esta vida. Y es que viendo como actúan los camareros, lo mejor será descartar esa opción de raíz. Otra de las curiosidades de Karen's Diner es que ellos mismos, que dicen odiar un buen servicio, se dan una sola estrella (la menor valoración posible).
Una cosa está clara, y es que, a juzgar por los vídeos que suben a las redes sociales los que visitan este espacio que recuerda a las hamburgueserías americanas de los años 50, a menudo los clientes se divierten y pasan un rato divertido con las borderías que les sueltan los camareros. Y es que es todo tan explícito y surrealista que no puedes hacer otra cosa que tomártelo todo a cachondeo.
No solo de desplantes vive el comensal
Sería injusto afirmar que su éxito se debe únicamente a esta bizarra experiencia con el servicio que te hemos contado con pelos y señales, porque en Karen's Diner también las hamburguesas son un gran reclamo. Y la verdad es que, a juzgar por su aspecto, mala pinta no tienen.
Su oferta gastronómica no se queda ahí, también podemos encontrar en la carta patatas fritas recubiertas con mil salsas contundentes, clásicos aros de cebolla y alitas de pollo que también pueden ir sepultadas en tu salsa favorita (barbacoa o búfalo).
Además, para que veáis que en el fondo tampoco son tan mala gente, cuentan con opciones para vegetarianos. Eso sí, tirando de ironía una vez más, te piden que intentes evitar estos platos. Ahora bien, hagas lo que hagas y pidas lo que pidas, debes tener muy claro que de su peineta no se escapa nadie.
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