Siempre me ha gustado el falafel. Lo probé por primera vez hace la friolera de veintitantos años cuando estudiaba en Londres y, desde entonces, no he parado de prepararlo y comerlo siempre que tengo ocasión. Por eso, cuando hace unos días me encontré en VIPs con una hamburguesa de falafel entre su oferta gastronómica, no me pude resistir a pedirla y, después de catarla, en plantearme hacerla en casa.
Sin pretensiones de calcar la del establecimiento en cuestión, esta hamburguesa de falafel casera es muy parecida, pero no igual. Mi versión está preparada con mi receta de falafel, con espinacas en lugar de lechuga y con una salsa que recuerda al tzatziki griego. La vuestra puede ser igualmente rica sin ser necesariamente esta, como cuando hacemos una hamburguesa vegana 100 %, adaptándola a vuestros gustos y a lo que tengáis en casa. Eso si, no dejéis de probarla. Está de muerte.
Para hacer el falafel partimos de una base de garbanzos que han sido remojados, como mínimo, 8 horas en abundante agua. Si los podemos tener 24 horas, mejor. No incluimos este tiempo en el de elaboración sino que contamos con que los garbanzos que vamos a usar están hidratados. Si tienes pensado hacer esta receta, pon los garbanzos en remojo el día anterior.
Escurrimos y secamos bien los garbanzos con papel absorbente o extendiéndolos sobre un paño de cocina limpio y esperando a que estén bien secos. En un robot de cocina trituramos los garbanzos, la cebolla (pelada y cortada en cuartos), el diente de ajo (pelado), las hojas de cilantro y perejil frescos y el comino molido. Debemos obtener una masa homogenea.
A continuación salpimentamos al gusto y añadimos la harina de garbanzo y el impulsor químico. Trituramos de nuevo para mezclar bien. Dejamos reposar la masa en la nevera durante media hora. Mientras tanto preparamos el acompañamiento y cortamos la cebolla en aros finos, el queso feta en dados y rallamos el pepino (escurriendo el exceso de agua) y lo mezclamos con el yogur griego.
Tomamos cuatro porciones generosas de la masa del falafel y le damos forma de hamburguesa. Las pasamos por pan rallado (opcional). Calentamos un poco de aceite en una sartén y freímos las hamburguesas de falafel durante 4 minutos por cada lado, a fuego medio.
Tostamos los panes de hamburguesa y las montamos. Colocamos unas hojas de espinaca fresca en la base, la hamburguesa de falafel, la salsa de yogur y pepino, los aros de cebolla morada y unos dados de queso feta. Espolvoreamos con un poco de pimienta negra y cerramos con la tapa del pan. Servimos inmediatamente.
Con qué acompañar la hamburguesa de falafel casera
Como ocurre con toda hamburguesa, las patatas fritas son la primera guarnición que nos viene a la cabeza, pero no es la única. Esta hamburguesa de falafel casera está deliciosa con una ensalada de hojas verdes, unas chips de verduras o unos gajos de boniato al horno. Y de beber, lo que más apetezca y guste ¡por supuesto!
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