El auge que han experimentado las ollas de cocción lenta en los últimos tiempos nos han hecho dejar un poco de lado las maravillas de la alta presión. Una buena olla rápida nos puede poner en la mesa un sabrosísimo guiso de pollo exprés, sin ingredientes raros y con una cocción de apenas 15 minutos. Con una salsa de mojar mucho pan y esa intensidad reconfortante que no solo se puede obtener con el viejo chup-chup. Un platazo completo, sencillísimo y en tiempo récord.
La receta se la hemos copiado sin pudor a uno de nuestros musos culinarios, J. Kenji Lopez, quien a su vez cuenta que la aprendió de su mujer, colombiana. Allí la presión atmosférica puede alargar mucho los tiempos de cocción, y muchos hogares suelen cocinar a menudo con ollas exprés, y este guiso de pollo de es uno de esos platos de diario que saber a hogar.
En su publicación original indica 25 minutos de cocción, pero actualizando la receta años más tarde admite que programando la olla 15 minutos, desde que se alcanza la presión, es más que suficiente. Hemos sido obedientes y en la primera prueba ya nos quedó una carne perfecta, con las patatas en su punto y una salsa que, por favor, no hay que desechar.
No hay que añadir nada de líquido ni grasa. Por eso es altamente recomendable invertir en buen pollo de corral, en nuestra carnicería de confianza, con sus huesos y su piel. La verdura y la carne soltarán sus jugos naturales sin necesidad de incorporar nada más; la grasa que libera el pollo podemos luego retirarla en parte, si preferimos un plato más ligero.
Limpiar el pollo con papel de cocina. Salpimentar un poco y poner en la olla. Lavar los tomates y las patatas; pelar la cebolla. Trocear todo en piezas similares y añadir con el laurel. Remover un poco, salpimentar generosamente y volver a remover.
Cerrar y encender el fuego a potencia alta para que la olla alcance el segundo nivel de presión o el más alto (según el funcionamiento de cada olla). Una vez obtenido, mantener la temperatura a potencia baja y dejar 15 minutos.
Pasado ese tiempo, apagar, apartar del fuego y liberar la presión según las instrucciones de cada olla. Si se quiere retirar algo de la grasa, sacar todos los ingredientes y colar la salsa, o dejar que se enfríe para retirarla de la superficie.
Según el tipo de ingredientes podemos obtener una salsa más o menos líquida; podemos reducirla dejándola cocer aparte o con el truco exprés de añadir maicena diluida en algo de agua fría.
Con qué acompañar el guiso de pollo en olla exprés
Una de las ventajas de este pollo guisado exprés es que ya lleva incorporada la guarnición y la salsa, así que no necesitamos añadir nada más que buen pan para mojar a la mesa. Como acompañamiento, proponemos una sencilla ensalada mixta que aporte el contraste crujiente y fresco. Las sobras, por cierto, son un festival de sabor.
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