Hacía mucho tiempo que no elaboraba flan chino, así que ya que estaba liada en la cocina con otras cosas, no desaproveché el momento para repetir esta receta, que casi casi se hace sola. Este flan está entre el clásico flan de huevo y el tocino de cielo, a diferencia de que éste se cocina al vapor, no al baño María.
No a todo el mundo le gusta, como pasa con el tocinillo, ya que resulta dulzón. Personalmente creo que si se sirve en pequeñas raciones, es un postre realmente delicioso y delicado. Hay que tener un poquito de paciencia, eso sí, para que se cuaje, ya que se hace al vapor sobre el fuego.
Cubrimos el fondo de una bandeja rectangular con un poco de caramelo líquido, lo justo para que se cubra nada más que el fondo, no los laterales. Hacemos un almíbar ligero con el agua y el azúcar dejando que hierva un par de minutos, agregamos la vainilla y dejamos enfriar.
Aparte en un cuenco batimos las yemas y los huevos sin formar mucho aire. Añadimos la leche y el almíbar en forma de hilo, una vez frío, para que el huevo no se cuaje. Vertemos la mezcla colada en el molde y colocamos la bandeja sobre una vaporera, cubrimos de papel de plata para evitar que caiga agua encima, tapamos y cocinamos hasta que el flan esté hecho.
Si no tenemos vaporera, haremos el flan sobre una cazuela normal, elevando en molde con algún otro recipiente o rejilla. Debemos evitar que el agua toque el molde, ya que recordemos no es un baño María, sino cocción del flan al vapor.
Procuraremos no tener el fuego muy alto para que la mezcla de flan no llegue a hervir, así evitaremos que se formen agujeros. El flan chino debe quedar compacto, podemos comprobar la cocción tocando la superficie. Una vez hecho, dejamos hasta el día siguiente refrigerado. Damos la vuelta, escurrimos bien sobre gasa o servilleta húmeda, cortamos porciones cuadradas y servimos.
Con qué acompañar el flan chino
El flan chino debe dejarse reposar en la nevera preferentemente toda la noche. Así que si lo hacemos con antelación mucho mejor, tendrá un sabor mucho más rico, y nos resultará mucho más ligero si lo tomamos fresquito. Por supuesto con la cantidad de yemas que tiene y azúcar no es apto para todo el mundo. Recordad servir raciones pequeñas ya que es contundente.
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