Pocos dulces hay en el mercado que den tanto juego como las galletas Oreo o cualquiera de sus imitaciones en formato marca blanca. Hemos preparado bizcochos de Oreo, tartas de Oreo, batidos de Oreo y muchas más elaboraciones.
Hoy las convertimos en falsas trufas o bolitas con cobertura de chocolate blanco, una delicia de bocado que resulta irresistible. Comer una solo puede ser el propósito inicial, pero ya os garantizo que la cosa pinta complicada. Ideales para acompañar el momento de la sobremesa, un café les sienta de maravilla porque equilibra el dulzor elevado de las criaturitas.
Son sencillas de preparar y solo necesitan tres ingredientes, así que no tenéis que llenar la cesta de la compra de productos para poder elaborarlas. La clave para que salgan perfectas es dejar enfriar la masa una vez formadas, de lo contrario serán imposibles de manejar. Con esto presente, la cosa es coser y cantar.
Trituramos las galletas Oreo junto con el queso crema. Resulta muy sencillo si contamos con un robot de cocina, pues la masa queda homogénea, sin trocitos de galleta, muy cremosa. Si no disponemos de ello, podemos usar una batidora de brazo.
Formamos bolitas con la masa resultante y las colocamos en una bandeja cubierta con papel vegetal. La guardamos en el congelador durante una hora para que solidifiquen y sea más sencillo bañarlas después en el chocolate blanco.
Una vez bien frías, troceamos el chocolate, lo colocamos dentro de un cuenco y lo fundimos. Lo podemos hacer en el microondas, a golpes de calor cortos, o al baño María. Pasamos las bolitas de Oreo por el chocolate, ayudándonos de un palillo, dejamos escurrir el exceso y las pasamos a otra bandeja con papel vegetal.
El chocolate solidificará rápidamente, pues las bolitas están muy frías. Cuando hayamos terminado de bañar todas las bolitas, podemos decorar la superficie con unos hilos de chocolate con leche o negro, pero esto es totalmente opcional. Las guardamos en la nevera hasta el momento de consumir.
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Con qué acompañar las falsas trufas o bolitas de Oreo y chocolate blanco
No se nos ocurre mejor acompañamiento para estas falsas trufas o bolitas de Oreo y chocolate blanco que un café. Y el momento de la sobremesa para disfrutarlas. Son muy golosas y dulces, por lo que el amargor del café les sienta de maravilla, aunque también las puedes servir con una infusión o como postre.
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