Todos esperamos a que árboles y plantas den sus frutos cada primavera, pero para ello hay que estimular la producción de ramas, hojas y flores, algo que se consigue mediante la poda en los meses de menor actividad de las propias plantas.
La poda no es un capricho estético de quienes tienen árboles a su cargo, sino que es esta acción necesaria para darles una mejor salud y estimular el crecimiento y la recolección de frutos, una vez llegada la subida de las temperaturas, para poder servirse buenas raciones de frutas y macedonias.
Otro motivo para podar es ayudar al árbol a repartir la distribución de los frutos y que disminuya, al mismo tiempo, el riesgo de rotura de las ramas en las que más frutos se acumulan.
El mes de enero, que ya ha sobrepasado su ecuador, es el momento ideal para ejecutar estas drásticas podas que deben llenarnos la cesta de la fruta en las próximas semanas, y esto es así porque los árboles se encuentran ahora, con las bajas temperaturas, en estado prácticamente inactivo.
Tanto quienes tienen árboles frutales en sus jardines, como los que tienen frutales en casa deben actuar ahora en este sentido, ya que cuando asomen las subidas de temperaturas será demasiado tarde.
Una buena poda es la que elimina las ramas muertas, más débiles o con plagas y posibles enfermedades. Su eliminación evitará que se propaguen enfermedades y parásitos de la zona afectada al resto de la estructura.
Los elegidos
El manzano es uno de los árboles que hay que podar en esta época. Basta con eliminar las ramas en mal estado, lo que aclarará el centro del árbol y de sus ramas cruzadas, permitiendo una mayor entrada de luz que beneficiará su floración.
Los melocotoneros tienen ramas abarrotadas y también enfermas que hay que descartar en una poda, ayudando a mantener en este árbol una forma abierta que deje pasar la luz.
El albaricoquero es un árbol que necesita en enero la eliminación de las ramas muertas para estimular los nuevos brotes. Una pod también permite en este árbol la reducción de su altura.
El cerezo es otra de las especies que hay que mimar en esta época. La poda también servirá para eliminar ramas muertas y que, en su lugar se formen ramas laterales que den fruto.
Por su parte, el peral tiene ramas verticales sobre las que puede intervenirse en una poda invernal con el fin de eliminarlas. Esta acción permitirá una mejor circulación del aire.
La higuera, que no interesa que crezca en altura, también tiene en enero una gran oportunidad, al ser preciso eliminar las ramas más débiles y altas, proporcionando un crecimiento vigoroso y la producción de frutos.
En el caso del avellano, la poda servirá para mantener una forma compacta en este árbol, también mediante la eliminación de ramas muertas y en mal estado.
Una poda en el membrillo, como en el resto de frutales permitirá eliminar las ramas más débiles y fuera de lugar, estimulando un crecimiento fuerte y la producción de frutos.
En cuanto al castaño, la poda servirá para adelgazar follajes de gran densidad y propiciar la producción de hojas y flores.
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Finalmente, en el caso de los almendros, la retirada de las ramas muertas rema en el sentido de mejorar la polinización y la producción de flores.
Foto | Zen Chung/Pexels y Karolina Gravowska/Pexels.
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