Conocida como la Autovía del Este, la A-3 es una de seis carreteras radiales de España, especialmente concurrida a partir de primavera por conectar Madrid con las provincias levantinas, especialmente demandadas por el turista durante los meses de buen tiempo.
Surcada de restaurantes, ventas, bares y estaciones de servicio, la A-3 protege a la altura de Tarancón un restaurante con un Sol Repsol que, contrariamente a lo que se piensa, no es un bar de carretera y bien merece estar en nuestra Gastroguía de la A-3.
Restaurante con todas las letras —y con una inmensa barra donde también hacer un alto—, Essentia (Av. Adolfo Suárez, 30) demanda un mínimo desvío —apenas cuatro minutos— de la A-3 que se compensa con creces con su oferta culinaria, tanto en taburetes como en mesas bajas.
Popularizado en 2019 por servir la mejor chuleta del mundo y también famoso por haber elaborado un menú exclusivamente con cerdo ibérico, la realidad es que Essentia, a pesar de concentrarse en la carne, es un restaurante todoterreno que además cuenta con un gastrobar y un restaurante cuyas cartas puedes ver aquí.
La bienvenida suele correr por cuenta de sus torreznos y su ensaladilla rusa, además de por la abundancia de pinchos calientes que salen de la barra, donde también se debería hacer un alto en sus croquetas.
Perfecto para tomar un refresco y picar algo, Essentia puede ser un buen lugar de paso para avituallamientos, pero lo que más compensa es atreverse a comer allí y descubrir lo que el joven chef local Toño Navarro prepara.
Ya se conocen las carnes que aquí se sirven, pero eso no significa que no sea uno de los mejores restaurantes para comer pescado de toda Castilla-La Mancha. Pesca del día, incluyendo grandes piezas, y abundante marisco (cigalas, gambas rojas, ostras, nécoras, navajas, berberechos…) sorprenden en el comedor a los turistas y a los viajeros de paso.
No obstante, Essentia no solo presume de producto, sino también de cómo tratarlo. La vuelta de tuerca del restaurante que quiso dar Toño Navarro giró sobre el eje de las parrillas y de las brasas.
Convertido en un asador contemporáneo donde el fuego es fundamental, tratando de forma poco invasiva un producto de calidad, Essentia también ha puesto en marcha un menú degustación —que se debe encargar de manera previa con al menos 48 horas— que sirve de carta de presentación del chef, dando rienda suelta a mares y tierras en conjunción con la llama.
A todo ello se debe sumar también una de las cavas de vinos más potentes de la región, lo cual supone otra tentación más para los viajeros que se decidan a encarrilar la A-3, ya sea de ida o de vuelta, y decidirse a hacer un alto en el camino.
PD: Para los que no quieran conducir con un vino de más, Essentia cuenta con el hotel Ansares, un cuatro estrellas anexo al restaurante que además cuenta con spa, por lo que es posible que el destino levantino o la vuelta a la meseta deban esperar al menos un día.
Una noche de hotel en Hotel Ansares (Tarancón)
Imágenes | Essentia
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