Todos tenemos antojo de dulce de vez en cuando y en ocasiones hay que hacerle caso al cuerpo. O nos vemos con invitados en casa y sin nada que ofrecer para acompañar el café o de postre en alguna ocasión especial. Tal vez se nos haya estropeado el horno o esté ocupado en otros menesteres. Son miles las situaciones en las que esta receta que compartimos hoy puede sacarnos de un apuro.
Sin horno, sin freidora de aire y sin más calor que el que necesitamos para encender el fuego o placa de la cocina. La cocción apenas lleva unos minutos y tararemos aún menos cuanto más diestros seamos pelando y cortando fruta. Porque este postre de manzana tipo flan es tan sencillo como delicioso, y apetece en cualquier momento del año.
Nos vendrá muy bien también si nos quedamos sin harina, sin huevos o sin azúcar, ya que, además de la fruta en sí, solo necesitamos dos ingredientes más: leche y preparado de flan en polvo, el llamado Flanín o de cualquier otra marca, un producto que ha sido durante décadas básico en la despensa de miles de hogares en medio mundo.
Como vamos a triturar las manzanas no hace falta ni tener mucha maña cortando las piezas, y así no habrá comensales que protesten por encontrar "trocitos" en el flan. Quedará suave, cremoso y listo, con ese sabor tan rico de la manzana dulce cocida. Los más golosos pueden añadir al molde caramelo líquido.
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Además se puede hacer con leche de cabra, de oveja, o bebida vegetal, y en ocasiones nos gusta darle un toque de canela, naranja o vainilla extra. Lo único complicado será esperar el tiempo de nevera una vez hayamos llenado el molde, y elegir con qué acompañarlo. Con nata montada casera está insuperable.
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