De sobra es sabido que las patatas son un producto vegetal, pues biológicamente no admiten discusión alguna que esto es así. Sin embargo, las patatas viven en una especie de limbo nutricional donde, incluso las autoridades estadounidenses, están planteándose si deberían figurar dentro del apartado de verduras u hortalizas.
Lo cierto, si se atiende a la cantidad de 'verduras' que un estadounidense consume al año, es que las patatas ganan por goleada. Se estima que el americano medio consume alrededor de 22 kilos de patatas anuales. Lejísimos de la segunda hortaliza más consumida, que son los tomates, y de los que se calcula que se consumen unos 15 kilos anuales.
El problema, como es evidente, está en que biológicamente y nutricionalmente las patatas no se pueden adherir del mismo modo al concepto verduras. O eso es lo que pretende el U.S. Dietary Guidelines Advisory Committee, una institución que se encarga de, entre otras cosas, elaborar recomendaciones nutricionales y que posiblemente en 2025 introduzca un gran cambio: reposicionar las patatas.
Estas recomendaciones, de las que se hace eco The New York Times, distribuye los alimentos en cinco grandes categorías: lácteos, frutas, verduras, cereales y proteínas.
Como es evidente, dentro de las verduras están las patatas, pues queda claro que no pueden ser otra cosa dentro de esas categorías, pero la teoría nutricionalmente hace aguas, razón que lleva al Departamento de Agricultura de Estados Unidos a plantearse un cambio que reclasifique las patatas, moviéndolas de las verduras con almidón a la categoría de los cereales, donde se encuentran el trigo, el arroz y otros carbohidratos.
Modificación que no ven con buenos ojos, según la misma publicación, ni los productores de patata, pues alegan que estas son "vegetales", lo cual es cierto, pero que tampoco ven con buenos ojos las asociaciones de productores de cereales esta variación.
El problema, como se insiste, está en que la consideración nutricional no tiene por qué ser la misma que la consideración biológica, que es lo que genera el contraste y lo que ha ahondado en que, en cierto modo, haya muchos estadounidenses que consideren la patata como una verdura más, a pesar de sus notables diferencias nutricionales respecto a cualquier otra hortaliza o verdura, a excepción del boniato.
No obstante, declaraciones del CEO del National Potato Council, que podríamos traducir como el Consejo Nacional de la Patata, insisten en que se mantenga la patata en el apartado de verduras que actualmente aparece, recordando que también es una fuente de potasio, calcio, vitamina C, vitamina B6 y fibra.
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Lo malo, como vuelve a ser evidente, es que la patata está pagando culpas nutricionales que tienen más que ver con cómo se elabora que por sus propios nutrientes, ya que si se consume hervida o al vapor será bastante más saludable que si se consume frita, que es lo que sucede en Estados Unidos.
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