El otoño es tiempo de castañas y la festividad de Todos los Santos el día en que más típico es consumirlas. Pero si bien solemos tomar este fruto seco asado, como aperitivo o merienda, también es ideal para elaborar algunos platos, como esta exquisita crema de castañas.
Típica de la Cornisa Cantábrica, sobre todo de Asturias y Galicia, la crema de castañas es un plato tan sencillo como delicioso. El ingrediente principal son las castañas asadas, que podemos hacer en el horno o siguiendo nuestra receta de castañas asadas en el microondas.
Una vez tengas las castañas asadas y paladas solo debes proceder como si de cualquier otra crema se tratara, haciendo un sofrito de cebolla y puerro, y cocinando después las verduras con las castañas y agua o, mejor aún, caldo de verduras. Bate bien la mezcla, añade un pelín de nata o leche evaporada y listo. Tremendo platazo.
La crema de castañas no solo está deliciosa, además es muy saludable. Las castañas, a diferencia de otros frutos secos, son bajas en grasas, pero ricas en carbohidratos complejos y fibra, lo que las convierte en una fuente de energía sostenible. Además, aportan vitaminas del grupo B, vitamina E y minerales como el potasio y el magnesio. En combinación con las verduras, obtenéis un plato balanceado que provee nutrientes esenciales sin sacrificar el sabor.
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Aunque la crema de castañas se sostiene por sí sola, ya que estamos de fiesta podemos acompañar el plato con un vino blanco suave o incluso una copa de sidra.
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