Salsa de color radioactivo, trozos de cerdo rebozados y verduras que parecen la fruta escarchada de un roscón de reyes. Así es el cerdo agridulce que todos nos hemos acostumbrado a pedir en los restaurantes chinos occidentales, pero este clásico de la cocina china tiene, en realidad, muchas otras versiones.
Hoy os animamos a prepara un cerdo agridulce al estilo Zhejiang. Esta receta, más allá de su exótico nombre, es una delicia que conjuga sabores intensos y texturas sorprendentes, y lo mejor de todo, se prepara en un abrir y cerrar de ojos. Su origen se remonta a la céntrica provincia china de Zhejiang, conocida por su cocina rica y variada y su hermosa capital, Hangzhou.
La salsa agridulce china se prepara siempre utilizando el vinagre rojo, ligeramente dulce, que hoy por hoy puedes encontrar en muchas tiendas asiáticas de España, pero si no encuentras se puede sustituir perfectamente por vinagre de arroz normal y corriente.
Su elaboración del cerdo es sencilla y, si prescindimos del vinagre rojo, no requiere de ingredientes especialmente exóticos. Se basa en la combinación de trozos de cerdo, que se marinan brevemente y luego se fríen hasta quedar crujientes. Lo que realmente le da vida al plato es su salsa agridulce, una mezcla equilibrada de dulzor y acidez, que se consigue con ingredientes como el azúcar, el vinagre y distintas especias. Esta mezcla se cocina junto con el cerdo, impregnándolo de un sabor profundo e irresistible.
Nutricionalmente, el cerdo agridulce es un plato que combina proteínas, proporcionadas por la carne, con una variedad de sabores y texturas que estimulan el paladar. Aunque el cerdo no es la carne más magra, su aporte proteico es notable. La clave está en la moderación y el balance con otros elementos de la dieta. Eso sí, es un plato que, por su contenido en azúcar y fritura, debe consumirse de manera ocasional si se busca mantener una alimentación equilibrada.
Otafuku, Vinagre de arroz, 1800 ml
Si queréis experimentar, este plato permite variaciones interesantes. Podéis sustituir el cerdo por pollo o incluso tofu para una versión vegetariana, siguiendo la misma receta. También podéis jugar con los vegetales, de los que prácticamente se prescinde en esta elaboración, añadiendo pimientos, piña o bambú para darle un toque personal.
El cerdo agridulce al estilo Zhejiang va de maravilla con un arroz blanco o unos fideos de arroz. Y si hablamos de bebidas, un té verde fresco o una cerveza ligera pueden ser los compañeros perfectos.
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