En Navidad y en cualquier celebración que se precie, las tablas de quesos y de embutidos, ibéricos o ahumados son un clásico que no pasa de moda y gusta a todo el mundo, especialmente ahora que es fácil sumar opciones veganas. Están llenas de ventajas con un único inconveniente claro, lo difícil que resulta calcular las cantidades.
Probablemente en muchos hogares se repita el gesto de reunir todo lo que ha sobrado para comer o cenar de sobras al día siguiente, una costumbre ya casi convertida en tradición que también practicamos en casa. Salen montaditos, tostas y bocadillos estupendos sin complicarte la cabeza.
Pero tampoco queremos gastarnos de más, sobre todo si vamos a rascarnos más el bolsillo comprando productos de primera calidad, ni atiborrar a los comensales con el picoteo antes de que lleguen los demás platos. Y si somos muy comedidos, corremos el riesgo de que nuestra tabla quede algo tristona, cutre o escasa. Como anfitriones queremos quedar bien con los invitados y presumir de opulencia, pero sin avasallar o forzar a nadie a comer de más.
Una tabla de quesos y embutidos básica y perfecta
Por suerte, hemos dado con un sistema estándar de medidas y cantidades elaborado por la chef y estilista Elle Simone Scott en su libro 'Boards: Stylish Spreads for Casual Gatherings'( 'Tablas: platos elegantes para reuniones informales'), que comparten en American Test Kitchen.
Hay que tomarla como una guía básica para montar cualquier tabla genérica en una celebración normal, por ejemplo pensando en servirla como primer aperitivo o picoteo mientras llegan los invitados y se sirven una copa, antes de sacar algún que otro aperitivo más previo a los entrantes o primer plato que sirven de antesala al plato principal.
- Quesos: 60-85 g por persona.
- Embutidos y ahumados: 60-85 g por persona.
- Frutos secos: 2 a 3 cucharadas por persona.
- Galletas saladas, crackers o pan: 115-170 g por persona.
- Verduras, encurtidos o crudités: 115 a 225 gpor persona.
- Dips y untables: ½ taza (unos 120 ml) por persona.
Si el menú va a ser muy largo y copioso, con un gran plato principal más pesado y sus guarniciones, podemos disminuir algo las cantidades, pero si va a ser más ligero, sin más aperitivos, podemos incrementarlas un poco más. También podemos tener en cuenta cómo son nuestros propios invitados, que teóricamente conocemos bien, su apetito habitual y sus hábitos.
Con la práctica es más sencillo adaptar y cuadrar a ojo las cantidades de la comida. Y hay que aceptar que siempre va a sobrar.
Boards: Stylish Spreads for Casual Gatherings
Foto | Timolina/Freepik
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