Cuando se trata de preparar ensaladas que sacien sin recurrir a la típica base de lechugas, la patata es una buena competidora de las ensaladas de pasta o de arroz. Para que no resulte un mazacote seco incomible, es necesario aliñarla bien con alguna salsa que aporte un toque cremoso, y esta versión a la francesa es una buena alternativa a la mayonesa.
La receta original de Kitchn prometía ser de lo más apetecible, además de sencilla y versátil para encajar en cualquier menú. Inspirada en los sabores de la ensalada niçoise, pero dejando a la patata como gran protagonista y eliminando los ingredientes marineros, la clave del éxito del plato está en la vinagreta, con dos tipos de mostaza, y una buena cantidad de hierbas aromáticas.
Lavar y escurrir las patatas. Poner en una cazuela grande cubiertas con abundante agua salada, llevar a ebullición y cocer a potencia media hasta que se puedan atravesar con un palillo; unos 15-25 minutos, según el tamaño. Escurrir y dejar enfriar un poco hasta que no quemen.
Mientras, disponer en un frasquito el aceite, el vinagre, las dos mostazas y una buena pizca de pimienta molida y sal. Cerrar y agitar muy bien para emulsionar. También se puede hacer en un cuenco batiendo con varillas o un tenedor.
Lavar y secar muy bien las hierbas, y picarlas a cuchillo. Se pueden usar al gusto, preferiblemente mediterráneas y de tres variedades (perejil, eneldo, tomillo, cebollino, orégano, tomillo...). Cortar en juliana fina o plumas la cebolla pelada.
Cuando las patatas no quemen, pero sigan calientes, cortar por la mitad o en cuartos, según el tamaño, y disponer en una fuente o recipiente amplio. Añadir la vinagreta, la cebolla y las hierbas. Incorporar un poco de ralladura de limón, si se desea. Remover con suavidad para repartir todo de forma homogénea.
Servir tal cual, aún un poco templada, o esperar a que se enfríe un poco más antes de tapar con film de cocina y reservar en la nevera. Aguantará bien si se guardan las sobras en un recipiente hermético unos tres o cuatro días.
Con qué acompañar la ensalada de patata
El gran sabor y la agradable textura de esta ensalada a la francesa convierten al plato en un buen candidato para tomar sin más en una cena sencilla cuando no queramos complicarnos mucho la cabeza. Pero, puesto que le faltan proteínas, brillará más como guarnición o primer plato de un menú veraniego, acompañando carnes o pescados, también perfecta para barbacoas. Si queremos que sea una comida completa por sí sola, podemos añadirlo huevo duro o una lata de atún.
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