Seguramente, cuando oigamos hablar de El Greco, todas las miradas y memorias se dirijan a Toledo. Sin embargo, no está en la capital castellano-manchega el único museo dedicado a Doménikos Theotokópoulos en España. De hecho, tampoco es el único museo consagrado a El Greco que hay en la provincia de Toledo.
La sorpresa llega cuando hablamos de Illescas, un municipio de unos 30.000 habitantes que está situado casi a la misma distancia de la ciudad de Toledo que de la ciudad de Madrid. Precisamente será esta cualidad la que explique, entre otras razones, la relevancia de la localidad y la presencia de ejemplos artísticos de primer orden en ella.
Convertido en la localidad más importante de la comarca de La Sagra, Illescas alberga el honor de tener un museo dedicado a El Greco, pero también de tener una oferta gastronómica realmente potente, donde destacan dos restaurantes con estrella Michelin sobre el resto de establecimientos.
A apenas media hora en coche de la capital provincial y de Madrid, desde donde también se puede llegar en tren de media distancia, Illescas conserva un pequeño patrimonio artístico y arquitectónico en su casco histórico.
Qué ver y qué hacer en Illescas
Es el caso del Santuario de Nuestra Señora de la Caridad, un imponente complejo renacentista de estilo herreriano edificado a principios del siglo XVI y que tenía una doble función religiosa y médica, ya que era a la vez santuario y hospital.
De líneas sobrias, mampostería de ladrillo y uso de bóveda romana, este santuario es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura clasicista española que permaneció ajena a los mandatos escurialenses, que serían los dominantes en el siglo XVI.
No lejos, Illescas también presume de un legado muy anterior como es el que simboliza la Puerta de Ugena, un vestigio de la antigua muralla del municipio, que data del siglo XI y que sería edificada una vez reconquistaron los reyes cristianos la provincia de Toledo.
De las cinco puertas de la ciudad, es la única que se mantiene en pie, de igual modo que no quedan testimonios de la muralla, que sería severamente castigada durante diferentes contiendas en el siglo XVI y que posibilitó que apenas queden restos de las fortificaciones illescanas.
Además, sin perder de vista el patrimonio militar de Illescas, otro de los puntos clave del municipio está en la torre mudéjar, una auténtica singularidad adherida a la Iglesia Parroquial de Santa María, pues permite observar una transición constructiva entre lo musulmán y lo cristiano que fue edificada a finales del siglo XII.
Sin embargo, a pesar de que Illescas ya podría presumir de suficientes singularidades, queda una —seguramente la mayor de todas—: la herencia de El Greco.
Dentro del Santuario de la Caridad, el pintor de origen griego recibió el encargo de decorar la Capilla Mayor, pintando así el retablo mayor y los cinco lienzos que lo acompañan, convirtiéndose en una de las mejores muestra del arte del artista en nuestro país, suponiendo un ejemplo único de diseño retablístico que se engarza en la figura de la Virgen María y que constituyen una de las sorpresas más grandes que podemos encontrar en Illescas, cuyas entradas puedes reservar aquí.
Qué comer en Illescas
Si el paseo por Illescas te ha abierto el apetito, no temas, hay mesa suficiente para dar de comer al viajero. Quizá el restaurante más afamado de la localidad sea El Bohío, el estrella Michelin que regenta el popular y televisivo chef Pepe Rodríguez, al que todos ponemos cara por su papel en Masterchef.
Cocina de raíces castellano-manchegas, pero con un toque de autor, que hacen de la caza, el recetario tradicional y la contundencia buena parte de sus razones de ser. De aquí no deberíamos irnos sin probar sus callos, que se pueden añadir a cualquiera de los tres menús degustación (entre los 80 y los 155 euros) que se ofrecen en el restaurante.
Además, no está sólo Pepe Rodríguez defendiendo el pabellón Michelin en Illescas. A apenas 300 metros, el joven chef Víctor Infantes también luce una estrella Michelin en la puerta de Ancestral.
Aquí, también bajo una impronta de proximidad y de cocina de Castilla-La Mancha, Infantes diseña una propuesta en la que la brasa y la parrilla son muy protagonistas, pero también la cuchara y las recetas tradicionales, que pone en marcha bajo dos menús degustación (de 60 y 80 euros).
Imágenes | Turismo de Illescas / Funcave / El Bohío
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