Tienes antojo de bizcocho, te pones a preparar los ingredientes y...¡oh, drama, no tienes huevos! Si esto te ha ocurrido alguna vez, echa un vistazo a tu nevera y despensa, porque si tienes un bote de mayonesa la papeleta está solucionada. En aproximadamente una hora podrás disfrutar de un bizcocho de mayonesa delicioso.
Y es que la mayonesa es el sustituto perfecto del huevo y del aceite en este tipo de elaboraciones. ¿Que lleva sal? Sí. Pero es que en las recetas dulces conviene añadir un punto para potenciar el resto de sabores. Hazme caso y anímate con esta maravilla. Me lo vas a agradecer.
El proceso de elaboración es el mismo que el de cualquier otro bizcocho. Mezclar los ingredientes líquidos, agregar los secos y hornear. Pan comido. En mi caso he añadido tres chocolates a la masa porque quería dar salida a restos que tenía en la despensa, pero puedes prescindir de ello si lo prefieres. Quedará igualmente rico.
Mezclamos el agua templada con la mayonesa en un recipiente hondo y amplio. Añadimos el azúcar, la harina, la levadura química y la esencia de vainilla. Batimos con unas varillas (si son eléctricas te ahorrarás esfuerzo y quedará mejor) hasta obtener una masa homogénea y bien integrada.
Picamos los tres tipos de chocolate. No hace falta que queden perfectos, la idea es que los trozos grandes se noten una vez cocido el bizcocho y los pequeños se integren en la masa. Esto le dará un punto extra de sabor y cremosidad. Incorporamos el chocolate a la masa y removemos.
Forramos con papel vegetal la base de un molde para bizcochos con base desmoldable (el mío de 20 cm). Rellenamos con la masa y lo introducimos en la parte central del horno, pre calentado a 180ºC con calor arriba y abajo. Cocemos el bizcocho unos 50 minutos o hasta que, al pinchar con una brocheta, esta salga limpia.
Retiramos el bizcocho del horno y lo dejamos enfriar por completo antes de desmoldar. Tiene una miga densa y húmeda, por lo que este paso es importante para evitar que se rompa. Una vez desmoldado, lo podemos decorar espolvoreando la superficie con azúcar glasé por toda la superficie y listo para servir.
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Con qué acompañar el bizcocho de mayonesa
La merienda y el desayuno son dos momentos perfectos en los que servir este bizcocho de mayonesa que agradecerá un vaso de leche fresquita o cualquier otra bebida caliente. No necesita de nada más, la verdad sea dicha, pues es un bocado contundente, denso y saciante. Aunque quizás un solo trozo te sepa a poco.
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