Pocas elaboraciones hay en el en nuestra cocina que causen tanto furor como las recetas de croquetas. Y, entre ellas, las croquetas de jamón suelen ser las preferidas de la mayoría. Curiosamente, hasta ahora no habíamos publicado la receta de estas croquetas hechas solo de jamón, sino que las teníamos de jamón y huevo, las croquetas de jamón y pollo, o incluso las muy clásicas croquetas de pollo por lo que hemos puesto solución al asunto en cuanto nos hemos percatado.
Hemos aprovechado unas lonchas de jamón ibérico que teníamos en la nevera, usando la parte más dura, aunque se puede usar cualquier otro tipo de jamón curado. Las croquetas de jamón saldrán bien ricas en cualquier caso si se sabe dar el punto correcto a la bechamel para que salgan cremosas, incluso si hacemos las croquetas de jamón en Thermomix.
Es facilísimo triunfar con esta receta de toda la vida y nos encanta que las modas culinarias no la hayan desplazado de la palestra. Siempre bienvenidas en nuestra mesa y, seguramente, en las vuestras también. Ya sea para picotear, como entrante, como parte de un plato combinado o como plato único de un almuerzo junto con una buena ensalada.
Picamos bien el jamón ibérico para que quede en taquitos muy pequeños. La parte ligeramente dura es la más fácil de picar y si usamos un cuchillo bien afilado o una picadora manual la cosa es bien sencilla.
Calentamos la mantequilla en una sartén y, cuando se haya fundido, añadimos la harina de golpe y removemos. Cocemos a fuego medio durante un par de minutos para que se tueste ligeramente. A continuación añadimos el jamón picado y removemos de nuevo.
Incorporamos la leche poco a poco, sin parar de remover, para que se absorba lentamente y no se formen grumos. Añadimos una pizca de pimienta blanca y otra de nuez moscada, sazonamos si fuera necesario (ojo con el contenido de sal del jamón) y cocemos a fuego suave.
Sabremos que la masa está lista cuando al pasar la cuchara se marque un pasillo en la sartén, lo que ocurrirá tras unos unos 15-20 minutos. Pasamos la masa a una fuente, la cubrimos con film transparente para que no se forme costra y atemperamos antes de guardar en la nevera.
Cuando la masa esté bien fría formamos las croquetas y las pasamos por huevo batido y pan rallado, asegurando que quedan bien cubiertas. Calentamos abundante aceite de oliva en un cacito y freímos las croquetas en tandas de tres o cuatro. Así conseguimos que la temperatura del aceite no baje y queden perfectas.
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Con qué acompañar las croquetas de jamón
La versatilidad es una de las características principales de las croquetas de jamón. Se pueden servir como aperitivo, con una bebida fresquita, como parte de un bufé variado o un plato combinado con unas patatas fritas. Pero también pueden ser el entrante o plato principal de una comida y, acompañadas de una ensalada ligera, un plato único perfecto para el almuerzo o la cena.
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