¿Habéis intentado alguna vez pelar un mango? Si lo habéis hecho como si se tratara de una fruta normal y el mango en cuestión estaba maduro (como debe ser) habréis comprobado que la combinación de su piel dura con es pulpa tan blanda y jugosa da como resultado un desastre en la cocina y un mango aplastado.
Pues bien, si no queréis que eso os vuelva ocurrir, aquí tenéis una guía sobre cómo pelar y cortar un mango sin armar un estropicio, logrando unos cortes limpios que mantienen todo el jugo de esta deliciosa fruta tropical.
Cómo pelar y cortar un mango
Como hemos dicho, el mango tiene una piel relativamente dura comparado con la pulpa. Eso dificulta pelarlo como si fuera una manzana o un melocotón. Es como como intentar pelar una ciruela con piel de naranja. Afortunadamente, no todo en la fisionomía del mango juega en nuestra contra, pues esta fruta tiene un curioso hueso plano que nos ayudará a obtener casi toda su carne fácilmente.
Lo primero que debemos hacer es averiguar la orientación de este hueso plano. Eso es bastante sencillo, simplemente apoyamos el mango en la mesa y lo normal es que, por acción de la gravedad, el mango se quede de tal manera que el hueso plano estará en paralelo a la superficie de la mesa.
El siguiente paso es realizar dos cortes paralelos a ambos lados de este hueso, aproximadamente a un centímetro del centro cada uno. Así evitaremos encontrarnos con el hueso, y obtendremos dos partes solo con pulpa, y otra con poco más que el hueso.
Por último, con ayuda de un cuchillo pequeño y afilado, realizamos una incisión por el perímetro junto a la piel, y varios cortes longitudinales y transversales, pero sin llegar atravesar la piel. Luego, con ayuda de una cuchara podemos ir separando estos trozos fácilmente de la piel. También podemos darle la vuelta a la piel como si fuera una granada (o un calcetín)
Con este sencillo truco para pelar y cortar un mango nos ahorraremos sudor y lágrimas a la hora de utilizar esta rica fruta en la cocina. Existen vaciadores de mango en el mercado que pueden ayudarnos a deshuesarlo, pero realmente es tan fácil así que no es necesario un trasto más en el cajón.
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