Que me gusta el queso es un secreto a voces. Lo comería a diario y en cantidades generosas, pero procuro cortarme un poco y ser comedida. No obstante, hay elaboraciones que me resultan irresistibles y una de ellas es la provoleta al horno. Un clásico argentino que se hace en 10 minutos, perfecto para poner en el centro de la mesa y compartir.

Para elaborarla se usa una porción cilíndrica de provolone, el clásico queso italiano, de unos 2 cm de grosor, y se asa en una sartén de hierro fundido al calor de la parrilla argentina. En casa podéis usar una cazuela de barro o cualquier otro recipiente pequeño que pueda ir al horno.

Yo he acompañado la provoleta al horno de un poco de tomate fresco picado y orégano seco, también la he espolvoreado con pimienta negra (no concibo cocinar sin ella) para darle un toque extra de sabor. No obstante, podéis asar el queso por sí solo y acompañarlo de pan, mucho pan. Algo que pide a voces.

Ingredientes

Para 4 personas

• Queso Provolone 200 g
• Aceite de oliva virgen extra
• Tomate 0.5
• Orégano seco
• Pimienta negra molida

Cómo hacer provoleta al horno

Dificultad: Fácil

• Tiempo total 10 m
• Cocción 10 m

Precalentar el horno a 180ºC. Pincelar una sartén de hierro fundido con aceite de oliva virgen extra y colocar el queso en su interior. También podemos usar una cazuela pequeña u otro recipiente apto para el horno que tenga el tamaño aproximado de la porción de queso provolone.

Introducir en el horno y asar durante diez minutos. En los dos últimos, subir la sartén cerca del gril y gratinar la superficie para que se dore ligeramente. Mientras tanto, picar el tomate finamente. Servir la provoleta con el tomate picado y espolvoreada de orégano y pimienta negra.

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Con qué acompañar la provoleta al horno

La provoleta al horno es ideal para compartir en los aperitivos o como primer plato, acompañado de picos o tostas de buen pan. Muchas, eso sí. Solo necesitas buena compañía y una bebida a la altura de las circunstancias y ¡a disfrutar!

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