Son muchas y muy variadas las recetas de croquetas que hemos hecho en DAP. Desde las más míticas preparaciones de estos aperitivos como son las croquetas de cocido, las croquetas de jamón, las croquetas de pollo o las croquetas de bacalao hasta tentaciones como las croquetas de setas, croquetas de queso o las croquetas de chorizo.
Lo que no habíamos hecho nunca eran croquetas en el horno, y vais a ver que el resultado, al que podéis poner el relleno que queráis, queda perfecto cuando se cocinan al horno y nos olvidamos de frituras y de añadir más grasas de la cuenta.
En este caso vamos a hacer croquetas de puchero, pero como os decimos, podéis hacer las mismas croquetas que haríais fritas, que pueden ser de espinaca, de arroz, de acelgas, de pollo asado, de brócoli de atún, de coliflor, de verduras o de lo que queráis. Todo con tal de no freír croquetas y conseguir estas croquetas fit.
Además, como es lógico, podéis hacer croquetas congeladas y luego cocinarlas en el horno, aunque en ese caso es conveniente que antes las descongelemos, pero no del todo.
No temáis por ver el tiempo de reposo, pues son dos días que necesitamos para enfriar la masa de croquetas y luego congelarla, así que luego el tiempo real de cocción apenas bajará a 20 minutos. Dicho esto, empecemos.
Hacemos la bechamel comenzando con el roux a fuego suave con la harina y la mantequilla y cocinamos cinco minutos a fuego suave removiendo. A la vez vamos calentando la leche con las especias en otro cazo.
Volcamos la leche en el roux y removemos con varilla hasta que hierva y espese a fuego medio alto. Introducimos el resto de ingredientes picados finamente y cocinamos a fuego suave 20 minutos removiendo cada cinco minutos.
Ponemos a punto de sal y sacamos a una fuente untada con mantequilla, filmamos a piel y enfriamos 24 horas en la nevera.
Al día siguiente formamos las croquetas pasándolas por harina, huevo y pan rallado y las congelamos completamente durante un día antes de hornearlas.
Ya, cuando queramos cocinar nuestras croquetas al horno, las pasamos por un spray de aceite o las sumergimos en aceite de oliva y las escurrimos.
Por último, las colocamos en una bandeja de horno y las horneamos a 225 ºC durante 13 o 15 minutos, hasta que veamos que están listas y doradas. También podemos voltear a mitad de cocción para que sea más uniforme el tono.
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Con qué acompañar las croquetas al horno
Las croquetas al horno, igual que sus fritas hermanas, pueden ser tapa, aperitivo o segundo plato, así que está en vuestra mano decidir qué queréis hacer con ellas, aunque a nosotros nos encantan de todas las maneras posibles.
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