El chocolate es el dulce más consumido por los españoles. De media, cada persona toma aproximadamente 5,7 kilogramos de cacao y chocolate al año, un 32% del total del sector del dulce. En general, sabemos que el calor y la humedad no van bien con el chocolate. Pero con un poco de cuidado, podemos evitar que las barras se ablanden y se derritan y seguir disfrutándolas incluso en un día de calor.
El chocolate debe almacenarse a temperaturas relativamente frías, pero nunca en la nevera. Si bien demasiado calor es malo porque derretirá el chocolate, el frío extremo tampoco es bueno, puede cambiar el sabor y la textura del dulce. La clave para almacenar el chocolate en verano, es mantenerlo en un lugar seco y oscuro lejos del exceso de calor, la luz solar y el aire. Entre los 15 ºC y 18 ºC, alejado de la luz directa y con una humedad que se mantenga por debajo del 60 %.
Bien almacenado e independientemente del tipo de chocolate, comienza a suavizarse a 30 ºC y a derretirse a 33 ºC. Por esto, lo importante es encontrar un lugar que permita que el chocolate se quede por debajo del punto de ablandamiento. Esto preservará el temperamento, que es lo que le da al chocolate su aspecto brillante y consistencia suave.
Ante la pérdida de temperamento se crea una floración de grasa, cuando la manteca de cacao se derrite y esto altera la textura y deja rayas grises en la superficie del chocolate. Si bien, todavía está bien para comer, no parece tan atractivo ni estético a la vista.
Muchas personas eligen guardar el chocolate en la nevera en verano, pero esto no se recomienda por dos razones. En primer lugar, la manteca de cacao en el chocolate absorbe los olores de los alimentos que la rodean, lo que, con el tiempo, le dará al chocolate un sabor extraño. En segundo lugar, el chocolate absorberá la humedad de la nevera y dará lugar a "florecer el azúcar" en la superficie.
La recomendación general es: guardar el chocolate en un lugar seco y oscuro como una despensa o un armario, donde la temperatura sea constante y el chocolate esté lejos de la luz. Sí se va a guardar durante mucho tiempo, envolver en papel de aluminio y colocar en una bolsa hermética y exprimir todo el aire para evitar la oxidación y el deterioro.
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Dependiendo del tipo de chocolate y almacenado de esta manera, el chocolate negro puede durar hasta dos años. El chocolate con leche durará hasta un año, y el chocolate blanco unos seis meses. En el caso de los chocolates rellenos, la vida útil será más corta.
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