Somos conscientes de que en las fechas estivales son muchos los que, una vez encendida la llama, ya no dejan de disfrutar de la barbacoa hasta que vuelve el frío y ya apetece más refugiarse en interiores. Aprovechemos entonces cada caluroso día de este verano con todo tipo de celebraciones y, eso sí, haciendo lo posible por mantener una dieta variada en la que no falten las verduras. ¡Que no solo de carne vive el hombre!
Pero no es de sorprendentes recetas para barbacoa, que sobre eso hemos escrito ya mucho, sobre lo que vamos hoy hablar. Sino de un elemento fundamental para que la experiencia parrillera sea todo un éxito. Nos referimos a algo por lo que, afortunadamente, mostramos cada vez más interés (ya no nos conformamos con las bolsas que antes comprábamos en la gasolinera a última hora).
Sí, amigos. Hoy toca hablar de los distintos tipos de carbón para barbacoa que podemos encontrar en el mercado y de cuáles tenemos que elegir en función del tipo de asado que vayamos a preparar. Así que vamos a ponernos cómodos, en bañador a ser posible, y no te olvides de tener a mano un abanico, un secador de pelo o un periódico de toda la vida para avivar el fuego cuando sea necesario.
Antes de nada, ¿carbón o leña?
Es lo que nos preguntamos siempre cuando nos ponemos a organizar la barbacoa del fin de semana, así que lo mejor será resolver la eterna duda antes de que sea demasiado tarde.
La principal diferencia entre ambos combustibles tiene que ver con la forma de fabricación de cada uno, ya que para elaborar el carbón, lo que hacen los profesionales es elegir un tipo de madera y las partes leñosas del árbol para después calentarlo todo en hornos especiales a elevadas temperaturas sin que exista una entrada de aire. Esto hace que la madera se caliente pero no se crea fuego, así que lo que se consigue es eliminar la mayor parte del agua que contiene la madera, obteniendo finalmente un carbón para barbacoa con un elevado poder calorífico.
Hablamos de un combustible que no solamente nos aportará calor, además evitará que aparezcan las llamas. Ojo, esto no quiere decir que no puedan aparecer algunas llamas mientras encendemos la barbacoa, pero conviene aclarar que surgen de la propia grasa o el aceite que hemos vertido para la cocción.
Por otra parte, debes saber que la leña debemos prenderla y esperar mucho tiempo hasta que pase a convertirse en brasas, ya que lo suyo es hacer la barbacoa mediante brasas y no con llama. De lo contrario, tu comida terminará carbonizada. Existen excepciones, como en todo en esta vida. Nos referimos a platos como la paella o los calçots, que sí requieren de llama. En estos casos, y sin que sirva de precedente, será necesaria la leña. Así que si te toca lidiar con estas elaboraciones, toma nota de lo que vas a necesitar: maderas de naranjo, encina o de vid. ¡Con ellas vas a triunfar seguro!
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Por si no te había quedado claro, son muchos los motivos por los que el carbón vegetal (ojo que el mineral se usa para cosas que nada tienen que ver con el noble arte de la barbacoa) es considerado el mejor combustible para las brasas, por encima de la leña.
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Diferentes tipos de carbón vegetal
Vaya por delante que, como en cualquier otra tarea culinaria que se precie, lo más importante es que siempre optemos por una buena materia prima, que es lo que nos va a proporcionar un carbón de calidad. Y en este sentido lo primero que tienes que hacer es fijarte en el tipo de leña que se ha usado para fabricarlo.
Carbón de encina
En general, los expertos siempre se decantan por la leña de encina española, dicen que es la mejor para fabricar carbón vegetal. Una cosa está clara, con este tipo de carbón te asegurarás de que la carne y el resto de alimentos se cocinarán de manera uniforme, en el tiempo estipulado y sin necesidad de que tengas que estar vigilando cada dos por tres las brasas para que no se apaguen.
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Otro aspecto positivo del carbón de encina es que proporciona un sabor maravilloso tanto a la carne como las verduras o el pescado, aportándoles un aroma muy especial.
Carbón de quebracho
Si no encuentras carbón de encina, te proponemos la segunda mejor opción: el carbón de quebracho. Este carbón ya empieza a ser algo más conocido en España, pero ha tardado bastante en comercializarse aquí y para muchos sigue siendo hoy un desconocido.
Cabe señalar que el quebracho se obtiene de la madera de un árbol nativo de Sudamérica con el que se fabrica un carbón de gran calidad, muy parecido al de la encina, pero no igual.
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Carbón de corteza de coco
Otra opción es el carbón de corteza de coco, que se diferencia del resto porque emite muy buen humo, así que también es una buena opción para hacer barbacoas. Al igual que los dos anteriores, aportan aromas y unas altas temperaturas muy adecuadas para la cocción de todo tipo de alimentos.
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Aunque si nos ponemos exquisitos, lo suyo es que usemos el carbón de corteza de coco cuando necesitamos cocinar algo a fuego más lento. Si, por el contrario, necesitamos mucho calor, debemos optar por el carbón de encina, que es indiscutiblemente la gran estrella de las brasas. El de quebracho, por su parte, podemos usarlo indistintamente, es un todoterreno.
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