El banana bread es un postre muy popular en Estados Unidos. Cuentan que se convirtió en un clásico del recetario americano en los años 30.
Algunos historiadores creen que el bizcocho surgió debido a la Gran Depresión, ya que las amas de casa no querían tirar los plátanos demasiado maduros (algo para lo que sigue siendo muy útil hoy en día). Otros creen que fue un invento de la industria alimentaria, introducido a degüello en los libros de cocina, para promover el consumo de harina y levadura química, un producto que acababa de salir al mercado.
Sea como fuere, lo cierto es que el banana bread es un inventazo y tiene muchas variantes, como en la receta que hoy nos ocupa, con chocolate, extraida del libro de recetas Cocina para la tribu, de las populares instagramers Carolina Ferrer y Verónica Sánchez.
Aunque la receta del libro se elabora con azúcar de dátiles, Ferrer nos explica que se puede hacer perfectamente con azúcar convencional.
Precalienta el horno a 180º, con calor arriba y abajo.
Engrasa el molde de bizcocho con un poco de aceite y añade una fina capa de harina. En un bol, chafa dos plátanos con ayuda de un tenedor hasta hacerlos puré. Mezcla los plátanos con el aceite, la leche de avena, el azúcar y la canela. Bate bien la mezcla.
Incoropora ahora la levadura química, la sal, las harinas y el cacao en polvo. Bate todos los ingredientes con las varillas hasta que estén bien integrados. Añade a la masa las pepitas de chocolate.
Vierte la mezcla en el molde. Corta el tercer plátano por la mitad y colócalo encima de la masa, sin hundirlo del todo. Esparce el resto de las pepitas de chocolate por encima, a modo de decoración.
Hornea el bizcocho 40 minutos o hasta que al pinchar un cuchillo este salga limpio. Déjalo enfriar unos 15 minutos. Luego desmolda y deja que se enfríe por completo.
Cocina para la tribu. Recetas hechas con amor
Con qué acompañar el banana bread de chocolate
El banana bread es ideal para el desayuno o merienda. Aunque lleve plátano va bien cargado de azúcar, así que mejor comer poco y de forma ocasional. Puestos a acompañarlo de algo, le va genial algo de helado o nata, y yo me lo comería bien agusto con un café con leche.
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