Cuando aprieta el frío la clementina saca su mejor lado y se convierte en la protagonista absoluta de las tierras mediterráneas, con un especial protagonismo en las comarcas bañadas por el último tramo del río Ebro a su paso por Catalunya.
La clementina de Alcanar es durante todo el mes de diciembre el producto referente en los restaurantes de la población. Así lo remarca la Oficina de Turismo de la localidad.
Además, un año más, este cítrico, con la llegada de las temperaturas más frías del año, se corona como producto estrella de la gastronomía del Delta del Ebro con las XXIX Jornadas Gastronómicas, que acaban de celebrarse en Alcanar y Les Cases durante casi un mes, entre mediados de noviembre y mediados de de diciembre.
La clementina de Alcanar, que se consume en óptimas condiciones entre los meses de noviembre y febrero, está incluida dentro de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) “Clementinas de las Tierras del Ebro”, que abarca los términos municipales de las comarcas de El Baix Ebre y Montsiá, en la provincia de Tarragona
Esta IGP es un sello que diferencia su calidad, y que además quiere proteger y promocionar el producto por reunir características diferenciales, como son un periodo de madurez muy prolongado en el tiempo, gran calidad gustativa y un color externo naranja muy acentuado e intenso, según describen en la IGP.
Este sello reconoce también que en las clementinas destacan por su calidad, conferida por las condiciones climáticas y los particulares suelos de la zona, y van más allá de las características de las mandarinas.
Esencialmente, si las mandarinas tienen semillas, las clementinas, no. Además, las primeras son mucho más difíciles de pelar que las segundas, y suelen ser más grandes que las clementinas.
En concreto, las características organoléptocas de las clementinas de Terres de l'Ebre son consecuencia de las condiciones climáticas de las comarcas del Baix Ebre y el Montsià, pero también a las características de su suelo y su clima, de modo que es un fruto muy característico de la zona.
Procedentes de tres variedades
Las clementinas son una variedad que pertenece a la especie Citrus reticulata y procede de variedades diversas que aquí se han encontrado, como Mandarina fina, la hernandina y la clemenules.
La mandarina fina es la variedad pura de mandarina. Es muy cultivada en toda la zona mediterránea (es en este clima donde alcanza su mayor medida) y ofrece un fruto de gran calidad.
Además, la mandarina fina es un fruto de medida media y pequeña, de forma variable (desde chafada hasta globosa) y de base generalmente redondeada, con un pequeño cuello a menudo. Esta variedad tiene entre 8 y 12 segmentos, y una pulpa intensa de color naranja, mucho zumo y un agradable aroma, con sabor subácido y sin semillas.
En cuanto a la hernandina, es una mandarina que madura entre 50 y 60 días después de las primeras mandarinas finas, y aunque su coloración es intensa, no llega a completarse y queda una aureola ligeramente verde. También es prácticamente sin semillas y su pulpa es naranja intenso, de sabor muy agradable.
Finalmente, la mandarina clemenules procede de la mutación espontánea de la mandarina fina y da lugar a frutos grandes, bastante más que los de mandarina fina, de forma redondeada y una pulpa naranja rojizo.
Pruebas gastronómicas
Para enarbolar el poder de estos frutos, todos los restaurantes de la zona se vuelcan en demostrar , con creaciones de lo más singular, que la clementina no va en broma, y que su confianza en este producto (y en su rendimiento culinario) es total.
Para darle un valor añadido a este producto y a su relación con la gastronomía de la zona, cada uno de los menús que les sugieren los restauradores del Colectivo de Cocina de Alcanar y las Casas de Alcanar incorporan recetas que llevan el sello de la prestigiosa Fundación Alicia.
Amplias posibilidades
Así, más allá de su degustación en solitario, las clementinas tienen un amplio recorrido gastronómica como potencialidad. Parece un viejo conocido, pero en realidad tiene grandes posibilidades en su interior.
De hecho, las posibilidades de la clementina en la cocina son muy amplias y en todo tipo de recetas, desde la cocina casera de raíz tradicional hasta las creaciones más osadas de la cocina de autor.
En realidad, la clementina siempre ha sido un aliado perfecto de la cocina alcanarense. Tal y como indicaba el geógrafo Pau Vila: “una muestra más que evidente del carácter del campesino y de su sabiduría a la hora de hacer frutar las piedras”.
OXO Good Grips - Pelador y rallador de cítricos, tamaño pequeño, color negro
Estas jornadas gastronómicas son una gran oportunidad para probar platos insólitos que conjugan perfectamente lo mejor de la tierra y del mar en esta región, y que evocan la esencia de la cocina tradicional integrándola en la cocina de autor.
Por ejemplo, entre las opciones planteadas estos días hay propuestas de fusión de lo más inesperado, como Mejillones con albahaca, cítricos y Martini, Cruijiente de jamón ibérico y un toque de cítrico, Saquitos de pescado con romesco de clementina, Lenguado a la meunière de clementina, Ensalada de brotes con clementina, Rape a la crema de clementina y Langistinos a la sal al punto de cítrico.
Asimismo, también hay entre los menús otras sugerencias como Tostadita de queso curado con confitura de mandarina, Abadejo al pil-pil de clementina, Carpaccio de ternera macerado en cítricos, Pierna de cordero asada en salsa de cumquat y presa de cerdo ibérica con salsa de clementina, entre muchos otros.
Foto | fabrikasimf /Freepik
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