Rodeado de aguas y pinares, este pueblo medieval manchego tiene una de las rutas más mágicas de España

La peculiar Ruta de las Caras es solo uno de los atractivos que esconde esta villa histórica de Cuenca llena de rincones por descubrir

En plena comarca de La Alcarria manchega se encuentra uno de esos pueblos llenos de encanto que ya con su nombre despiertan la curiosidad del visitante. Buendía, localidad, municipio y condado, tiene poco más de 400 habitantes pero es una villa repleta de atractivos para una escapada que merece la pena alargar más allá de una sola jornada.

Este pueblo conquense, situado ya lindando con la vecina Guadalajara, está marcado por su bello entorno natural en el que destaca con personalidad propia el gran embalse que lleva el mismo nombre, rodeado además de bosques de pinares y un entorno de paisajes espectaculares gracias a la hoz fluvial que dibuja el río Guadiela.

Es por tanto un destino perfecto para quien busque escapar del ajetreo urbano y reconectar con la naturaleza, para los amantes de las actividades al aire libre en una zona de temperaturas amables todo el año. Ideal para familias, uno de sus grandes atractivos es la llamada Ruta de las Caras, un recorrido de dos kilómetros junto a la orilla del pantano en la que sorprenden las increíbles esculturas de rostros tallados en piedra arenisca, algunas tan espectaculares como El chamán,  la calavera de la Muerte o Krishna y Maitreya.

Una ruta tan llena de misterio como belleza que demuestra por qué Buendía se ha ganado formar parte de los Pueblos Mágicos de España, pero que es solo uno de los encantos que esperan a quien se acerque a visitarlo.

La propia villa, de origen medieval, ya merece el viaje. Con su característico trazado urbano de calles concéntricas siguiendo la antigua muralla, de la que se conservan varios tramos y puertas originales, el centro neurálgico es la plaza de La Constitución, con la gran iglesia de La Asunción de Nuestra Señora de Buendía de interior gótico y el edificio del Ayuntamiento, dotado de los típicos soportales.

También merecen una visita las curiosas antiguas bodegas de vino en forma de cuevas excavadas en piedra arenisca, o los interesantes Museo del Carro y Museo de la Botica, donde se puede ver cómo era un despacho de farmacia del siglo XIX, con sus bonitos muebles antiguos y los recipientes que aún conservan muestras de ingredientes naturales y diversos elementos químicos.

En Buendía se puede encontrar alojamiento en casas rurales, apartamentos con cabañas, albergues y zonas de camping con parcelas para caravanas, autocaravanas, campers y tiendas de acampada.

Imágenes | Diego Delso  - Ayunyamiento de Buendía

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