Así es el bizcocho de zanahoria sin azúcar ni harina y que se hace en pocos minutos

Cuando me apetece tener un bizcocho casero para desayunar o merendar, pero prefiero reducir la ingesta de dulces para que no se vuelva un consumo demasiado habitual, me gusta optar por recetas alternativas. No somos muy amigos de términos como recetas fitness o fit, aunque he de reconocer que describen bien a un tipo de elaboraciones que ofrecen bocados ocasionales más saludables o, al menos, más nutritivos, sin azúcar añadido y con menos harinas refinadas.

Uno de los que más repito en casa es el bizcocho sin azúcar de zanahoria, receta que he ido modificando a mi gusto hasta dar con el punto de sabor y textura que más me convence, y que es fácil de adaptar al gusto de cada cual. No lleva azúcares refinados ni ningún otro tipo, tampoco dátiles o endulzantes calóricos similares, ni edulcorantes acalóricos. Y es completamente libre de gluten, bajo en hidratos.

En lugar de harina de trigo o de cualquier cereal alternativo necesitamos frutos secos molidos, en este caso una mezcla de almendra y avellana que aporta mucho sabor en una masa de este tipo que no tiene endulzantes. Podríamos usar solo almendra, pero perdería ese aroma que lo hace especial y que solemos identificar con postres.

Queda un dulce muy jugoso, tierno y de miga blanda pero que, por la ausencia de gluten, no puede tener esa esponjosidad típica de un bizcocho normal. Si se prefiere menos húmedo, se pueden dejar reposar las zanahorias ralladas con un poco de sal sobre un colador y secar con papel absorbente, y aumentar un poco la cantidad de frutos secos molidos.

Puesto que no añadimos edulcorantes hay que tirar de especias y aromas para que no resulte muy soso a quienes tengan el paladar acostumbrado a los dulces muy dulces; buena vainilla, canela y jengibre son mis preferidas, pero podemos añadir ralladura de naranja, especias de pan de especias o una mezcla casera de apple pie spice.

Es un bizcocho muy fácil y rápido que si hacemos rallando la zanahoria con un robot cuesta incluso menos; en 10 minutos tendremos la masa en el horno y solo quedará esperar el horneado. Como capricho adicional se podrían añadir nueces troceadas, chocolate negro sin azúcar picado o coco rallado.

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