Tras varios días de bloqueo en la frontera con España en el que se han repetido imágenes ya recurrentes de vuelcos y quemas de camiones, los agricultores franceses han sitiado este lunes París, tal y como venían avisando. A las 14.00 horas arrancaba el bloqueo de las principales vías de acceso de la capital con centenares de tractores y otros vehículos agrícolas.
Es el culmen, hasta ahora, de unas movilizaciones del sector que están extendiéndose por toda Europa, y que arrancaban en las últimas semanas en Alemania, aunque el malestar viene de lejos. El pasado otoño centenares de viticultores franceses paralizaron el paso fronterizo de Le Perthus, repitiendo una estampa de protestas violentas contra los transportistas españoles que se viene sucediendo desde hace décadas.
En el país vecino son ya varias semanas en las que se han intensificado las protestas y reivindicaciones por parte de agricultores y ganaderos contra camiones extranjeros, no solo españoles, acusando a otros países países de competencia desleal por el precio más bajo de los productos que introducen y venden en Francia, insinuando normativas de producción más laxas.
Es una gota más en el vaso lleno del malestar que vive el sector en toda Europa, que se enfrenta a una de las mayores crisis de las últimas décadas. La suma de factores y fenómenos como la sequía y el cambio climático, la guerra de Ucrania o la disparada inflación han puesto al mundo agrario contra las cuerdas, una situación agravada por el panorama que platea la PAC de la Unión Europea.
En Francia, el nuevo primer ministro Grabriel Attal ha acusado directamente a España e Italia de competencia desleal en un clima político tenso en el país, salpicado también de los problemas a los que hace frente el Ejecutivo de Macron como la polémica ley de inmigración y el temor al auge de los movimientos de extrema derecha, como apuntan en El Diario.
Por su parte, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha calificado de “inadmisibles” estos ataques y pide al Gobierno vecino que se garantice la libre circulación en el país. Desde España son varias las organizaciones agrarias que denuncian la inacción de las autoridades de ambos países, y advierten que la situación ya es muy grave, pues está afectando a varias empresas y cooperativas de nuestro país.
Planas afirma que todos los países de la Unión comparten las mismas normas de producción, comercialización y competitividad, por lo que niega que España o Italia puedan estar en una situación de ventaja frente a los productores franceses. Según fuentes de Europa Press, la Comisión Europea ha pedido explicaciones a las autoridades francesas sobre los ataques a transportistas.
La respuesta del sector español está siendo unánime con el rechazo absoluto a las protestas y las acusaciones del primer ministro. Montse Cortiñas, vicesecretaria general de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), considera sus palabras de “impresentables”, y Miguel Padilla, secretario general de la Coordinadora de Agricultores y Ganaderos (COAG) las tacha de “indignantes”.
Hoy martes tienen previsto reunirse representantes de COAG, UPA y de la patronal ASAJA para valorar la situación y analizar los problemas a los que se enfrenta el campo español. El presidente de ASAJA, Pedro Barato, ha adelantado una inminente movilización nacional que “no será muy diferente a lo que está ocurriendo en todos los países de la Unión”.
Agricultores y ganaderos exigen que desde Bruselas se les tenga en cuenta a la hora de legislar apuntan a la necesidad de repensar la PAC para que el trabajo del sector pueda ser digno y rentable, ya que se sienten menospreciados y ahogados por las medidas y normas que se les exigen para lograr la tan cacareada transición ecológica.
Imágenes | GTRES (Stevens Tomas) - Kristoffer Trolle
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